Diferentes complicaciones de salud obligaron al presbítero Wester López, a ausentarse de los servicios religiosos en el templo San Antonio de la ciudad de Estelí, pero después de cuatro meses de tratamiento y recuperación, regresó nuevamente al presbiterio el pasado viernes 21 de enero, para celebrar la Santa Eucaristía.
El religioso de 80 años de edad y con 51 años de labor sacerdotal, fue recibido con aplausos por la feligresía que acudió ese día a la parroquia y él se mostraba muy emocionado, y al momento de dirigirse a los fieles manifestó sentirse nervioso como la primera vez que celebró la Santa Eucaristía y que daba gracias a Dios, ya que su vida ha sido un milagro y agradeció a cada una de las personas que lo han mantenido en oración durante todo este tiempo.
El presbítero Wester López, agregó que "la fe, es el sentido de la vida, ya que es Jesucristo el que ha venido a librarnos para que vivamos el cristianismo auténtico, fieles a su reino y con un corazón universal".
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El padre Wester, inició su apostolado a los 29 años de edad, en la parroquia San Isidro Labrador del municipio de Condega, luego estuvo a cargo de la parroquia Santísima Trinidad en Pueblo Nuevo, también en la Catedral Nuestra Señora del Rosario de Estelí y finalmente fue asignado a la Parroquia San Antonio de Estelí, donde ha permanecido desde el año 2009.
Durante todo este tiempo, el sacerdote ha tenido la oportunidad de servir a la comunidad a través de las obras de caridad, así también ha impulsado la construcción de ermitas en sitios donde ha desempeñado su trabajo pastoral.
Al padre Wester López se le conoce como el "padre constructor" y prueba de ello es que estuvo detrás de la construcción de la ermita San Martín de Porres, ahora ascendida a parroquia, así mismo de la parroquia Nuestra Señora del Carmen.