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¡Hasta siempre, maestro en las aulas y en la vida, Jairo Toruño!

Multifacético y lleno de amor, así será recordado el reconocido profesor Jairo Toruño, quien fue docente de varias generaciones en Estelí, con un incansable espíritu altruista, esforzado, con alma de poeta, cariñoso y humilde. Él creó huellas de amor en muchos corazones, hasta el último día.

Elaboraba y vendía postres a su avanzada edad, debido a su raquítica pensión. Foto (Archivo): Alba Nubia Lira/Radio ABC Stereo
Elaboraba y vendía postres a su avanzada edad, debido a su raquítica pensión. Foto (Archivo): Alba Nubia Lira/Radio ABC Stereo

Periodista Alba Nubia Lira
10-Enero-2022
Estelí-Nicaragua

"Hay tantas tareas qué hacer y para ello se necesita la colaboración de varias personas, que podamos hacer cosas más grandes, poder servirle al prójimo, porque esto es lo único que nos mueve, el amor al prójimo", manifestó el profesor Jairo Toruño en una entrevista brindada a Noticias ABC, en septiembre del 2020.

Describir y recordar al profesor Jairo Toruño, no es algo que se pueda realizar fácilmente en un sólo reportaje, puesto que fue un hombre que destacó en las diversas facetas de su vida, siendo reconocido como profesor de varias generaciones en Estelí, impulsor de diversas obras sociales, escritor de poesía, vendedor de sabrosos postres, amante de la cultura y de las causas justas, esforzado, amoroso y humilde.

En este medio de comunicación realizamos diversas publicaciones sobre él, durante los últimos tres años, y formamos entrañables lazos de amistad.

Él relató, en su momento, que, al jubilarse y recibir una raquítica pensión, fue que surgió la idea de elaborar y vender postres, los que inicialmente vendía recorriendo las calles, pero después, a causa de sus padecimientos de salud, únicamente los ofertaba en la entrada de supermercados como La Colonia y Las Segovias, utilizando una humilde canasta plástica y se movilizaba usando un bastón.

Falleció el pasado sábado 8 de enero del 2022. Foto: Alba Nubia Lira / Radio ABC Stereo


"Siempre tuve dos trabajos, yo cotizaba en dos partes, pensé que la jubilación mía iba a ser buena, pero qué va a ser, dicen que juntaron mis dos salarios y de ahí sacaron mi jubilación", señaló en otra entrevista para un reportaje dedicado a él en vida, por este medio.

En medio de sus pocas posibilidades económicas fue uno de los hombres con más espíritu altruista de esta zona, por lo que gestionó e impulsó muchas obras de amor al prójimo, algunas de las más recientes se enfocaron en: apoyo a personas enfermas, a niños sin hogar, a madres solteras, alimentos para personas vulnerables en Navidad, piñatas para niños de bajos recursos económicos, y la habilitación de un comedor infantil.

Su nuera Liz Castillo expresó: "yo lo recuerdo como una persona carismática, amigable, sociable, le gustaba mucho platicar sus anécdotas, me contaba que en sus tiempos de juventud quería ser sacerdote, pero que después se enamoró. También me decía que quería ser médico, pero que por los problemas económicos de su familia no pudo coronar esa carrera y se dedicó a la docencia, él era licenciado en Ciencias Sociales".

También, Liz recuerda que, "Le gustaba ayudar a las personas, era bien servicial, él se preocupaba por las personas más vulnerables. Decía, yo no tengo dinero, poder, ni riquezas, pero en algo siento que colaboro ayudando a las personas. Y yo le decía: don Jairo, enfermo y todavía no se cansa de andar ayudando, y él me decía: No Liz, es que hay otras personas que están peor que mí. Yo digo que ese es el legado que él le deja a sus nietos, a sus hijos, a las personas cercanas a él".

Además, tenía alma de poeta; treinta y uno de los poemas que escribió a lo largo de su vida los recopiló en un poemario titulado “Sueños de Amor”, entre los cuales se encontraban: Calles del Recuerdo, Fantasía, La Dulce Esperanza, Poder Amar, Sueño de Amor y Profunda Pena.

Por su parte, su tío Roberto Santiago Irías Urbina, expresó "Es una personalidad que reúne muchas características positivas; un gran maestro, su calidad humana, fue un hombre que le respondió a la sociedad con mucho amor, siempre fue muy positivo, proactivo, educado, no se dejó vencer nunca por las adversidades, un incansable lector, Jairo era un hombre con un acervo cultural muy importante".

"Desgraciadamente perdemos a un gran ciudadano en Estelí, se nos va un ser humano incomparable", añadió Roberto.

La docencia y la venta de postres no fueron los únicos trabajos que desempeñó el profesor Jairo a lo largo de su vida, ya que también laboró en una cooperativa, en una jabonería, reparó calles, entre otros oficios, de los que se sentía orgulloso.

Además, fue un buen amigo, buen padre y buen abuelo, así lo recuerda su nieto Alejandro, de 13 años de edad, lleno de nostalgia y con un nudo en la garganta: "Mi abuelito era muy buena onda, hizo un comedor para niños necesitados, el 24 (de diciembre) fue a repartir pollo a los niños sin hogar, le ayudaba a mi mamá vendiendo postres en el Súper Las Segovias. Yo me sentaba a ver tele con él, comía con él".

El profesor con su poemario Sueños de Amor. Foto (Archivo): Alba Nubia Lira/Radio ABC Stereo


"Cuando él aún podía caminar me acompañaba a cuidar la venta de mi mamá, yo le tomaba el azúcar, la presión, le ponía la insulina, le daba las medicinas. Quisiera que lo recuerden como un hombre luchón, que sobrevivió a dos tumores en el mismo riñón y al Covid 19. Era muy buena persona, amable, cariñoso, bueno con las personas de escasos recursos, buen abuelo y buen padre", concluyó el pequeño Alejandro.

La salud del profesor fue afectada por padecimientos como: diabetes e hipertensión arterial, dos tumores malignos en un mismo riñón y superó el Covid 19. En medio de sus complicaciones, su solidaridad no se apagó y continuaba ayudando a personas vulnerables. Sin embargo, sus enfermedades no dieron tregua y falleció, a sus 73 años de edad, el pasado sábado 8 de enero, en casa de su hija María Alejandra Toruño.

La última obra de solidaridad impulsada por el profesor Jairo fue la entrega de varias cenas con motivo de Navidad, para personas vulnerables, el recién pasado mes de diciembre.

"Quiero que la gente sepa que lo único que me motivó era servir al prójimo, y por amor a Dios", dijo en otra ocasión el inolvidable docente.

¡Hasta siempre, amigo, gran maestro en las aulas y en la vida!


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