Durante este martes 7 y miércoles 8 de diciembre en muchos hogares de la ciudad de Estelí se escuchaban los cantos a la Inmaculada Concepción de María y aunque algunos no celebraron la purísima, decidieron arreglaron altares, mientras otros rezaban y compartían el brindis con grupos reducidos de amigos o vecinos.
Doña Lubina Castro, habitante del barrio Camilo Segundo de la ciudad de Estelí, desde hace diez años celebra la tradicional purísima en agradecimiento por la salud que ha tenido.
Ella es una mujer que mantiene viva su devoción y tradición católica, pese a la pandemia del Covid-19 que afecta al mundo y ha incidido en el encarecimiento de algunos productos que integran el tradicional paquete o gorra de la purísima.
Mientras doña Lubina celebraba con sus amistades y vecinos la purísima, en la Catedral Nuestra Señora del Rosario se hizo a las 6 de la tarde de este 7 de diciembre el tradicional grito de "¿Quién Causa tanta alegría?" y ayer 8 de diciembre se realizaron tres misas y una procesión.
Este año por razones de la pandemia y para evitar aglomeraciones, el Consejo Parroquial de Catedral tomó la decisión de no repartir el tradicional brindis, sino que entregó canastas básicas a varias familias con necesidades especiales, es decir personas en situación de discapacidad, desempleo o enfermedad.
En tanto, a nivel municipal, el gobierno, a través de sus instituciones, arregló altares en los tres distritos de la ciudad, donde compartieron dulces, frutas y otros productos que forman parte de la tradicional gorra de la purísima.
Día de alegría y tradición
Con una Misa Solemne y procesión por calles alternas a la Iglesia Catedral Nuestra Señor del Rosario, los católicos estelianos festejaron este 8 de diciembre a la Inmaculada Concepción de María y el cierre del año dedicado a San José.
Durante el recorrido de las imágenes se pudo apreciar a decenas de feligreses acompañando y entonando algunos cantos y vivas a los santos, así mismo algunas familias elaboraron altares, mientras algunos niños salieron al paso con la imagen de La Purísima.
Algunas familias colocaron altares a la Virgen. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoLa procesión con la Inmaculada Concepción de María es una práctica que realizaban los fieles católicos en Nicaragua y desde la Diócesis se busca rescatar esa tradición en Estelí, sobre todo en estos días de pandemia, manifestó el presbítero Osman Amador, vicario de catedral Nuestra Señora del Rosario.
La Inmaculada es considerada la patrona de Nicaragua y es celebrada desde el año 1857. En la celebración del 7 de diciembre, las familias católicas y amistades acostumbran visitar las casas donde se reza la novena y entregan la tradicional gorra o brindis, en la que se incluye dulces tradicionales, frutas y refrescos.
En el caso de Estelí algunos ciudadanos arreglaron sus altares. El joven Ulises Herrera decidió colocar el altar con la imagen de La Purísima en las afueras de su negocio y mientras pasaba la procesión cantaron y entregaron paquetes a los participantes.
