Cada día en Estelí se ven partir a reconocidos personajes, que de una u otra manera han marcado su huella por la labor que ejercieron en vida y por tanto una vez ya fallecidos, lo único que queda por hacer es despedirlos, recordarlos y resignarse a su ausencia.
Entre los estelianos emblemáticos que han fallecidos recientemente está Abraham Enrique Castillo Frenzel, quien, siguiendo el legado de su padre Abraham Enrique Castillo y fundador del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Estelí, también fue miembro de la institución de socorro, llegando a obtener el rango de comandante y el cargo de segundo jefe.
Abraham Enrique murió la mañana de ayer lunes (06/09/2021), después de permanecer algunos días internado en el Hospital San Juan de Dios. Sus restos fueron sepultados posteriormente en el cementerio municipal San Francisco de Asís de la localidad.
Sus familiares cercanos y algunos de sus amigos asistieron al sepelio y realizaron una transmisión en vivo a través de las redes sociales para compartir el último adiós con aquellas personas que no pudieron llegar o están fuera de la ciudad.
Abraham Enrique también se destacó por su perseverancia en la fe católica y formó parte del coro de la iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario, mientras que, en el Colegio San Francisco de los hermanos Maristas de Estelí se le recuerda como buen padre, amigo, hermano, servicial y colaborador.
"Toda nuestra institución envía con inmenso pesar nuestras más sentidas condolencias, nos solidarizamos con su familia en estos momentos de sufrimiento y le pedimos a Dios les dé consuelo y fortaleza", expresa la nota de duelo publicada en la página del Colegio Marista San Francisco.
Con su padre fundaron un beneficio de café en la ciudad de Estelí y también perteneció al Club de Radioaficionados, cuyos miembros también lamentan su muerte y enviaron sus muestras de condolencia a sus familiares.
El esteliano Luis Octavio Irías, quien compartió muchas experiencias con Abraham Enrique, recodó el ingreso de su amigo al Benemérito Cuerpo de Bomberos en el año 1979. "Era un muchacho tranquilo, obediente, disciplinado y buen estudiante, es una gran pérdida, Dios lo tenga en su santo reino", expresó Irías.
