Con una misa presidida por cuatro sacerdotes se conmemoró el primer aniversario de la muerte de Monseñor Julio César Videa Rodríguez, quien durante mucho tiempo prestó sus servicios como párroco en diferentes templos católicos de la Diócesis de Estelí.
La misa fue celebrada en la parroquia San Isidro Labrador, ubicada en el casco urbano del municipio de Condega, departamento de Estelí, lugar donde el legendario sacerdote, originario de Pueblo Nuevo, estuvo durante los últimos días.
Monseñor Julio César Videa, quien murió a los 93 años de edad, había sido ordenado como sacerdote en México, en junio de 1952 y era el único fundador de la Diócesis de Estelí que había quedado, según datos plasmados en las actas de dicha sede, la cual antes pertenecía a León.
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Los restos del recordado religioso descansan en la parroquia San Isidro Labrador de Condega, ya que según representantes de la Diócesis de Estelí, así lo había solicitado él, antes que el ocho de marzo del año pasado, partiera físicamente de este mundo.
Muy querido y apreciado por la feligresía católica, este legendario sacerdote impulsó la construcción de los templos parroquiales de Condega, El Jícaro y Quilalí. Además, del Colegio San Martín de Jalapa, la Casa Cural de San Juan de Río Coco y el Altar Mayor de la Catedral Nuestra Señora del Rosario de Estelí.
A pesar de su avanzada edad, Monseñor Videa seguía oficiando misas y a lo largo de su vida compartió con la comunidad, impulsando la organización de cooperativas, reparación de caminos y apoyo a los menos favorecidos.
