La policía de esa localidad del estado de Nueva York justificó su actuación alegando que la niña, cuya identidad no ha sido revelada, sufría una crisis mental y amenazaba con matar a su madre y suicidarse.
Los agentes que acudieron al lugar de los hechos el viernes por un reporte de “problemas familiares” reaccionaron esposando a la niña y, al no lograr meterla en un coche de patrulla, usaron gas pimienta, según videos de las cámaras que los policías llevan en el traje, publicados el domingo por las fuerzas del orden.
En una conferencia de prensa el domingo, el subjefe de policía Andre Anderson dijo que la menor había mostrado conductas suicidas y que tuvieron que actuar así para garantizar la seguridad de la niña.. “Indicó que quería suicidarse y que quería matar a su madre”, dijo.
La policía dijo que la niña fue finalmente llevada al Hospital General de Rochester, “donde recibió los servicios y la atención que necesitaba”, y posteriormente fue entregada a su familia.
La alcaldesa de Rochester, Lovely Warren, condenó el uso de la fuerza contra los niños y prometió una investigación interna sobre las prácticas de los policías de la ciudad.