Muchas cosas pasaron por la mente del señor Félix Ricardo Dávila Pérez durante los pocos pero terribles segundos que le tocó vivir al haber estado a punto de morir aplastado por un camión que iba cuesta abajo sin frenos y cargado de piedras canteras.
El accidente de tránsito sucedió la noche del sábado en la peligrosa cuesta de La Cucamonga, sobre la carretera panamericana, al norte de la ciudad de Estelí. El camión en su recorrido iba botando piedras e impactando con el paredón y las vallas metálicas.
El señor Félix Ricardo expresó que el subía la pendiente cuando el camión bajaba como "alma que se lo llevaba el diablo" y aunque hizo todo lo posible por esquivarlo, algunas piedras cayeron encima de su vehículo color blanco con placa de Managua. Pero lo más importante fue que él salió ileso.
El camión fue a parar a unos tres kilómetros más adelante y un motociclista, quien también miró la muerte de cerca, dijo que cuando el pesado vehículo hacía contacto con la valla, salía gran cantidad de chispas.
Aunque todavía no salen del asombro, tanto el conductor del carro como el motociclista y ciudadano que iba al volante del camión, le dan gracias a Dios de poder estar hoy contando la aterradora historia que les tocó vivir, la cual sólo dejó daños materiales.