Timotea del Carmen Marín Rivera es una mujer de 40 años de edad que vive con su esposo Nelson Martínez en La comunidad La Rampa, en El Jícaro, municipio del departamento de Nueva Segovia. Actualmente llevan más de siete años de casados, un matrimonio sólido y donde a pesar de no tener hijos, son un pilar donde ambos conllevan las cargas y alegrías de sus vidas.
Fue el 4 de abril del 2018 cuando Carmen, fue diagnosticada con cáncer de mama, situación que jamás imaginó vivir. "Nunca se me cruzó por la mente que esta enfermedad me iba a tocar…yo vivía permanente en chequeos médicos, iba a los médicos porque me había salido la bolita en la mama derecha, los médicos me decían que era una bolita de grasa y así transcurrieron tres hermosos años, para cuando me diagnosticaron de cáncer", relató.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. La entidad de salud mundial cita que la incidencia de cáncer de mama está aumentando en el mundo debido a la mayor esperanza de vida, el aumento de la urbanización y la adopción de modos de vida occidentales.
El Ministerio de Salud de Nicaragua (MINSA) reportó el año pasado que solo en el 2018 se registraron 301 nuevos casos de cáncer de mama, en cuanto al 2019 hubo un total de 157 pacientes diagnosticadas con esta enfermedad.
El apoyo y motivación de su esposo fue fundamental en su proceso. Foto: Cortesía/Radio ABC StereoLa doctora Carmen Elena Zeledón, especialista en ginecología y obstetricia y sub-especialista en ginecología oncológica, asegura que existen diferentes causas que permiten el desarrollo del cáncer, entre ellos el aspecto genético.
"Podemos tener un cáncer asintomático, hasta las pruebas de los estudios correspondientes…generalmente quienes encuentran o detectan este problema son las mismas mujeres, cuando sienten alguna bolita en su seno o aumento de la mama, cambios de color en la piel, secreción de las mamas, entre otros… que aunque en muchos casos no sea incómodo durante el cáncer, si son algunas señales que se deben acatar", explicó la doctora.
Dentro de los factores de riesgo que existen y donde se es más vulnerable para contraer un cáncer se encuentran los factores biológicos, iatrogénicos, reproductivos y los factores del estilo de vida.
Los factores biológicos son los genéticos. "Solo con el hecho de ser mujer ya estamos en riesgo de contraer esta enfermedad, antecedentes de cáncer de mama en la primera línea familiar", dijo la doctora Zeledón.
Entre los factores que inciden en el estilo de vida están "el alcoholismo, el tabaquismo, dieta rica en grasa", ejemplificó la experta.
"El proceso de la quimioterapias es lo más duro que se puede vivir, nada alentador. Cuando llevaba la quimioterapia veintiocho, yo le dije a mi esposo que ya no quería seguir porque sentía que esa quimioterapia me había destrozado, yo sentí que ya no podía, fue cuando él me dijo 'tenemos que seguir adelante, ¿cómo es posible que vamos echar a perder esto que hemos pasado?', y la verdad sí, él tenía razón", contó emocionada Carmen.
Carmen recibió más de treinta quimioterapias en un hospital capitalino, además de ese tratamiento agresivo, también fue sometida a una mastectomía radical, es decir, una extirpación de la mama derecha, más vaciamiento de nódulos axilares. Situación que fue impactante pero gracias a la familia y principalmente a su esposo Nelson, lograron superar la batalla contra el cáncer.
La mastectomía significa para muchas mujeres una situación muy difícil, puesto que desprenderse de una parte de su cuerpo tan importante como son los senos, también requiere una asimilación rápida para salvaguardar su vida.
En el transcurso del largo camino de la recuperación, Carmen recordó un sinnúmero de casos de compañeras mujeres que sufrían por la extirpación de uno o ambos senos. Ella relata que la mastectomía no le afectó mucho en comparación con otras mujeres, puesto que el deseo de vivir era más grande que cualquier prejuicio.
Perder uno de sus senos para ella significó ganar la vida. Foto: José Enrique Ortega/Radio ABC StereoEl apoyo incondicional de su esposo Nelson Martínez, de sus padres, hermanos y demás familia era lo que la motivaba a seguir adelante.
"Esto de la extirpación de mi seno, a mí no me ha afectado tanto, porque yo digo que si tenían que quitar esto para poder conservar mi vida, pues aquí vamos, como me dijo mi esposo, Dios sabe lo que hace, si el doctor dice hay que quitarte la mama, pues que se quite con tal de salvaguardar tu vida y aquí estamos", expresó con seguridad esta sobreviviente.
La psicóloga Zayda Treminio, especialista en género y desarrollo humano, explica que ante la noticia o enfrentarse a una extirpación de seno es una situación muy difícil, no obstante la personalidad de la paciente, el apoyo psicosocial y familiar influyen mucho en cuanto a la psiquis de la mujer y sus pensamientos ante la enfermedad.
"Lo primero es ver la mastectomía como una mutilación, pero también en ese momento es donde se piensa: ¿qué pasará conmigo? ¿qué es lo que voy hacer con mi vida? Porque en ese momento cuando tenemos esa enfermedad, nos enganchamos tanto en el cáncer que nos genera miedo, incertidumbre y ansiedad", indica Treminio.
Ahora disfruta de su familia. Foto: José Enrique Ortega/Radio ABC StereoLa especialista hace referencia en que es indispensable el apoyo familiar, puesto que si una mujer se siente aceptada y comprendida por su pareja, es mucho más fácil conllevar el proceso de recuperación, tanto en las quimioterapias como en la cicatrización y aceptación de la mastectomía.
A un año y seis meses de estar limpia de cáncer Carmen Marín y Nelson Martínez disfrutan su matrimonio aprovechando cada instante de vida y emprendiendo con proyectos personales que a raíz a la enfermedad habían decidido posponer.
