Algunos sacerdotes extranjeros que en comunión con la Conferencia Episcopal de Nicaragua se han manifestado en contra de las injusticias y de acciones violentas como la quema de la Imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua, actualmente están en riesgo de perder su residencia en Nicaragua.
De hecho la residencia ya habría sido suspendida al padre Luis Alirio Carrillo, de origen colombiano, quien estaba trabajando en una parroquia del municipio de Condega y este mes tendría que presentarse en Migración y Extranjería para saber si podrá renovar su estadía.
"El colombiano tiene 6 a 7 años de haber llegado a Nicaragua, ingresó de parte de una comunidad religiosa fundada en la Costa Atlántica y hace ya tres años más o menos está entre nosotros, primero sirvió en Somoto, se ha mostrado beligerante en el sentido de denunciar los abusos de autoridades locales y nacionales, haciendo eco pues en el llamado a la conciencia que hemos hecho a través de la Conferencia Episcopal", explicó el Obispo de la Diócesis de Estelí, Monseñor Juan Abelardo Mata.
Por su parte, el padre de nacionalidad salvadoreña, Julio Melgar, actualmente párroco de la iglesia Nuestra Señora de Carmen en el municipio de Estelí, también estaría en riesgo de perder su permiso de residir en Nicaragua, según Monseñor Juan Abelardo Mata. "El padre Julio César Melgar no es de reciente entrada al país, él tiene más de 30 años de estar entre nosotros, aquí se formó con todos sus estudios teológicos y filosóficos, renovaba su permanencia cada cinco años", expresó el líder religioso.
El año pasado un sacerdote de origen venezolano fue detenido por la policía de Ocotal, departamento de Nueva Segovia. "El padre Alcides Peña estuvo secuestrado toda una noche por la policía para interrogarlo y al final lo dejaron, conminándolo a callar, en el fondo es eso, esa es mi lectura. Salió en las redes que a él también le habían quitado su derecho a estar en el país pero eso es falso totalmente", sostuvo el obispo.
"Jurídicamente hablando no ha pasado a más, fuera de estos dos sacerdotes (Luis Carrillo y Julio Melgar), pero uno teme que si el sacerdote sintiéndose en su deber moral de orientar al pueblo y tocar ciertos temas, si es extranjero lo empiezan a conminar", puntualizó Monseñor.
