En la ciudad de Estelí operan cerca de 500 unidades de taxi, pero es más el gasto de combustible y las vueltas que hacen los cadetes en busca de pasajeros que el dinero que logran ganarse, de acuerdo a declaraciones de algunos conductores.
La entrega mínima para el dueño de la unidad es de 300 córdobas en estos tiempos de pandemia, pero para ello los conductores deben trabajar entre cinco y ocho horas diarias para lograr el pago, comprar combustible y obtener sus ganancias.
Desde a mediados marzo, mes en que se reportaron los primeros casos positivos de coronavirus en Nicaragua, este trabajo se ha vuelto menos rentable por lo que algunos taxistas han renunciado, mientras otros realizan actividades diferentes en sus tiempos o días libres.
Uno de ellos es Holman Martínez, quien lleva cerca de unos cinco años como cadete de taxi, sin embargo, ahora solo trabaja cuatro días a la semana y tres de ellos se dedica al comercio para poder ver resultados económicos y garantizar la alimentación diaria.
Aun así, en medio de la crisis económica y miedo entre la ciudadanía por la pandemia del coronavirus, este taxista anima al resto a no decaer porque siempre es necesario llevar a la gente que no tiene un medio de transporte para movilizarse.
En tanto, Luis Adolfo Lanuza Valle, otro cadete de taxi, expresó que para llevarse 200 córdobas a la casa debe trabajar unas 6 horas, pero en tiempos de invierno y coronavirus como los que se viven, ahora la situación es más difícil.
"Lo mínimo son unos 800 córdobas, 300 que te agarra el carro y 300 el dueño, para que te puedan quedar unos 200 córdobas y si te va menos de eso, ideay, solo trabajaste por amor. Algunos dueños de concesiones están consientes de la situación", comentó Lanuza.
