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Productores de miel le temen al avispón gigante asiático

Desde que se supo el avispón gigante asiático llegó a Estados Unidos, apicultores se muestran en alerta. En Nicaragua, pequeños agricultores han encontrado en las abejas una oportunidad para hacerle frente al cambio climático y temen que el avispón llegue al país.

Avispón asiático. Foto: Ted S. Warren/AP
Avispón asiático. Foto: Ted S. Warren/AP

Periodista Famnuel Úbeda
7-Mayo-2020
Nueva Segovia-Nicaragua

El avispón gigante asiático se convierte en una amenaza para las abejas melíferas y la agricultura. En Nicaragua no se tiene presencia pero los apicultores comienzan a preocuparse. Durante los últimos años la apicultura se ha convertido en una alternativa económica para muchas familias productoras de granos básicos y café de la zona norte de Nicaragua, quienes han sido afectadas con la pérdida de sus cosechas, producto de la irregularidad del invierno y las plagas. 

Elder Rivera, un joven de la comunidad San Antonio en el municipio de San Juan de Río Coco, en el departamento de Madriz, después de perder todas sus plantaciones de café por la roya, encontró en las abejas una oportunidad de generar ingresos económicos a través de la producción de miel, polen y algunos sub productos como velas, a través del aprovechamiento de la cera de los panales.

En tres años, este apicultor no solo ha aprendido a ver la parte económica que pueden generar las abejas melíferas, sino también sobre la función que estas tienen como agentes polinizadores en la agricultura.

Pequeños apicultores esperan que puedan ser capacitados en que caso de que el avispón asiático llegue al país. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Rivera asegura que los polinizadores son esenciales para aumentar la producción de las 87 especies de cultivos que alimentan al mundo y los resultados los ha experimentado en las diferentes plantaciones frutales que tiene en su pequeña finca.

"Si aquí en Nicaragua lograra entrar esa avispa asiática nos afectaría muchísimo porque ya hemos buscado el rubro de la miel y trabajamos con nuestras colmenitas que nos generan un ingreso en tiempo crítico", manifiesta Rivera, quien está claro de que la especie no está en el país y "ojalá no venga pero sí es bueno prepararse".

"Si tuviéramos el apoyo de alguna organización que nos dé una capacitación o algún manejo para prevenir o estar preparados para recibirla, pues sería muy bueno porque somos apicultores nuevos, no tenemos grandes tecnologías y sí nos afectaría mucho en nuestra economía familiar", propone Rivera.  

Peligro latente

El avispón gigante asiático es un insecto que decapita en el aire a las abejas melíferas, según el departamento de Agricultura del Estado de Washington,  también puede atacar al humano y eso es lo más preocupante para el sector apícola, tomando en cuenta además que las abejas polinizan dos tercios de lo que nos comemos y que son vitales para la seguridad alimentaria global.

Jorge Euclides Tello, profesor de la facultad de medicina veterinaria y zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, dijo al periódico El Tiempo, que estos avispones son controladores biológicos que aniquilan insectos como escarabajos, mariposas, larvas de mariposas y larvas de moscas. En términos generales, mantienen un equilibrio en los ecosistemas, pues atacan insectos que dañan las plantas.

El problema es que llegaron a un país en donde no existe un controlador biológico, es decir, un enemigo natural. Por lo tanto, insectos como las abejas pueden verse muy amenazados, pues no saben cómo defenderse.

El avispón gigante asiático puede acabar con colmenas enteras, en donde habitan hasta 80.000 abejas. La situación preocupa en Estados Unidos, pues "en 1960 había casi 6 millones de colmenas, pero el año pasado se registraron solo 2 millones. Las abejas se han disminuido dramáticamente", dice el experto.

Por esto, la llegada de este avispón puede ser perjudicial para la supervivencia de estos pequeños insectos productores de miel. Es muy diferente a lo que sucede en Asia: "En Japón las abejas tienen mecanismos evolutivos de defensa", explica Jorge Tello.

Cuando el avispón gigante se acerca a la colmena, las abejas realizan un llamado sonoro y químico para atacar al avispón, llegan unas 200 abejas, rodean al enemigo y hacen vibrar sus músculos torácicos para aumentar la temperatura y poder quemar el avispón. "Este mecanismo de defensa no lo conocen nuestras abejas, nunca han tenido la necesidad de desarrollarlo", explica.


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