Algunas prácticas deshonestas y de poca solidaridad es posible ver desde que en Nicaragua se confirmó el primer caso de Covid-19. El acaparamiento de productos como alcoholes, mascarillas, jabones y desinfectantes se convirtió en un negocio lucrativo para varios revendedores.
Los precios de los productos antes mencionados se incrementaron hasta en un 200 por ciento, cuando la población presa del pánico salió en su búsqueda para proteger la salud.
Lo aconsejable es no desesperarse y comprar en los lugares autorizados donde es muy posible que los precios se mantengan.
El presidente de la Cámara de Comercio de Estelí crítico la actitud de algunas personas que se aprovechan de la necesidad y considera que deberían ser castigados. Foto: Archivo/Radio ABC Stereo
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Estelí, Ricardo Ruíz, pidió no caer en la especulación de precios, pero además instó a que haya más regulación por parte de las autoridades para proteger el bolsillo de los más pobres.
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"La mayoría de nosotros, los que distribuimos estos productos, somos empresarios, somos de corazón, mucha gente tiene negocio y tenemos que estar claro cuánto es lo que nos ganamos en un producto y no aprovecharnos de la población", manifestó Ruíz a Noticias ABC.
"Hay mucha gente que se está aprovechando de salud, está aprovechándose de la gente más pobre", criticó Ruíz, quien agregó que tiene información de que hay mascarillas a un precio de hasta 250 o 350 córdobas la unidad. "Eso es un robo, deberían haber normas y leyes que faciliten a que a esas personas las multen o les cierren sus negocios", opinó el presidente de la Cámara de Comercio de Estelí.
Números de las oficinas de Protección al Consumidor en los países miembros del SICA. Foto: Facebook Secretaría General del SICA
"No debemos aprovecharnos de la situación que está pasando en el país, hay mucha gente que juega con las personas, no debemos ser así", sostuvo el empresario.
En países como Estados Unidos hay penas para quienes aumenten el precio de los productos de primera necesidad durante la pandemia. Han puesto hasta líneas directas para hacer denuncia de los establecimientos. Misma medida se ha tomado en Latinoamérica como El Salvador, Perú, Ecuador y Argentina.
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El 18 de marzo, la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), de la que es miembro Nicaragua, publicó en sus redes sociales los números de las oficinas de Protección al Consumidor de cada país, señalando que en Nicaragua existe la Dirección General de Protección de los Derechos de las Personas Consumidoras y Usuarias (DIPRODEC), cuyo número de teléfono es el 2248-9300.
"En la emergencia provocada por el COVID19 los países miembros del SICA quieren proteger tu economía y evitar el aumento de precios en productos indispensables para tu salud. Si detectas irregularidades en los precios ¡Repórtalo!", dice la publicación que se encuentra en la cuenta oficial de Facebook de la Secretaría General del SICA.
