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Comunicación y confianza son claves para prevenir embarazos en adolescentes

Ser madre siempre es un reto, pero ser madre adolescente lo es aún más. Meyling tuvo su primer hijo a los 13 años mientras que Raquel dio a luz a los 15 años, producto de una relación que inició en Facebook. La educación sexual y comunicación son claves para la prevención.


Periodista Famnuel Úbeda
17-Enero-2020
Estelí-Nicaragua
La tasa de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe, y sobre todo la de Nicaragua, se encuentra entre las mayores del mundo, solo superada por regiones de África, revela un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

El 24.4% de los embarazos son de adolescentes, es decir, 92 de cada 1,000 mujeres adolescentes (entre 15 y 19 años) son madres y entre ellas está Meyling, una adolescente originaria de la ciudad de Estelí, madre de dos hijos, él primero lo tuvo a los 13 años y a los 15 el segundo.

"Se me complicaron las cosas, las tuve a las dos y fue un reto muy difícil ser un ejemplo de madre si yo era una niña todavía para cuidarlas, siento que todo este tiempo ha sido tan difícil para mí. Me dejé llevar por muchas ilusiones, enamorada, me dejé llevar por todo lo que me decía él (padre de sus hijas)", contó Meyling a Noticias ABC.

Descripción

92 de cada 1,000 mujeres adolescentes (entre 15 y 19 años) son madres. Foto: Cortesía

Raquel es una adolescente que se quedó con el vestido de sus 15 años colgado en el perchero, no lo pudo lucir, porque justo ese día ingresó al hospital para parir a su hija, como fruto de relación que inició a través de Facebook con un hombre mayor que ella, quien que solo la ilusionó, mientras ella accedía a darle la "prueba de amor".

"Me decía que estaba bonita, que quería una esposa así, jugó conmigo, era súper mayor que yo, me doblaba la edad, lo conocí por Facebook, me dijo un montón de palabras bonitas, creí en él y así sucedió", recordó entre lágrimas Raquel.

Según Raquel, fue la falta de comunicación entre sus padres y la curiosidad que la llevaron a dejar las muñecas y amigas a iniciar una relación de pareja, sin embargo, no estaba preparada para convertirse en mamá.

"Algunos padres no socializan con sus hijos, las hijas no les tenían confianza, como en mi caso, yo no le tenía confianza a mi mama. Tener un hijo limita, no es fácil. Tengo una muñeca grandota que se la regalé a mi hija, a veces me pongo a peinarla y recuerdo cuando jugaba con mi hermano", manifestó Raquel a Noticias ABC.

Efectos en la salud

"El embarazo en la adolescencia puede tener un profundo efecto en la salud de las niñas durante su curso de vida", expresó la doctora Dea Catalina Hidalgo, gineco-obstetra y especialista en educación sexual para adolescentes.

"Pueden bajar niños con muy bajo peso, niños con retardo intelectual que se va a ver a futuro, mamás que mueran en el parto por no estar preparadas físicamente pueden hacer más hemorragias", explicó la especialista.

Educación sexual, sin tabú

Doña Alicia Huete, directora de la Clínica de Salud Integral hacia la Mujer, en la ciudad de Estelí, lamentó que los embarazos adolescentes sean vistos como "normales", principalmente en las zonas rurales de Nicaragua, donde siete de cada diez familias se alegran con la noticia, en tanto, en el casco urbano causa resignación o molestia en la familia, pero esto puede revertirse con educación sexual responsable y sin tabú, desde el hogar.

"Los padres tienen que decirles a sus hijos lo bueno y lo malo en la adolescencia, que no puedo hacer. Por ejemplo, si yo tengo una novia, promover la abstinencia, no tener relaciones sexuales con ella", expresó doña Alicia.

La educación sexual para la prevención de embarazo en adolescentes es una responsabilidad compartida, tiene que ser permanente desde los hogares para que los adolescentes disfruten plenamente de sus proyectos de vida, manifiesta la licenciada María Auxiliadora Matute, psicóloga clínica de la Asociación Miriam en Estelí.

Descripción

El embarazo en la adolescencia puede tener un profundo efecto en la salud de las niñas. Foto: Cortesía

"Los chavalos y las chavalas siempre están demandando la confianza y una comunicación asertiva, una comunicación empática, es decir, no violenta, hablar sobre los derechos sexuales y reproductivos de una niña, sobretodo en la adolescencia, no está preparada psicológicamente para poder tener hijos, sobre todo cuando hay abusos sexuales", detalló Matute.

Raquel hoy ha aprendido que al tener órganos reproductores, ninguna adolescente está obligada a tener relaciones sexuales, tampoco está obligada a convertirse en madre y ha fortalecido la comunicación con sus padres. Ahora esta adolescente tiene 17 años y con esfuerzos propios y el de sus padres, consiguió bachillerarse y este año ingresará a la universidad.

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