Los vientos que están azotando gran parte de Nicaragua desde hace unos tres días podrían causar lesiones o poner en riesgo la vida de las personas, por lo que algunos expertos han brindado varias recomendaciones a la población.

Mario Montoya, oficial del cambio climático del Centro Humbolt, explicó que los vientos tienen velocidades de 50 kilómetros por hora, pero podrían desarrollarse rachas de hasta 85 kilómetros por hora.

Este tipo de rachas podría derribar árboles, botar rótulos, lanzar láminas de zinc que no estén bien afirmadas y hasta podría causar el vuelco de vehículos que circulen a gran velocidad por carretera abierta.

Estelí y el resto de departamentos de la zona norte, son algunas de los sectores más afectados por los vientos, por lo que Mario Montoya pidió a la población tener mucho cuidado con los vientos que actualmente azotan el país.

Montoya pidió no subir piedras para afirmar el techo, pues podrían salir expulsadas por los aires. "Estén siempre alerta, no se acerquen a muros en mal estado ni de árboles muy grandes o de postes de tendido eléctrico, porque debido a las fuertes rachas de vientos podrían colapsar y causar inconvenientes", indicó el experto.

"También recomendamos a las personas que se movilizan en carretera abierta, sean motociclistas o conductores de vehículo liviano, que tengan precaución, no manejen a alta velocidad, porque podría ser perjudicial", advirtió Montoya.

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Los vientos también ponen en riesgo la salud de todos

Todas las personas están expuestas a diferentes enfermedades producto del polvo y otras partículas que generalmente transportan los vientos.

Las partículas del polvo pueden invadir las defensas naturales de los pulmones y dañar el tejido pulmonar que es muy sensitivo. El polvo causa irritación a los pulmones, puede provocar alergias y causar ataques de asma.

Los médicos también advierten que el polvo puede causar tos, gripe y hasta conjuntivitis.

Todas las personas corren riesgo por respirar mucho polvo, sin embargo, los niños, adolescentes, personas ancianas, personas con asma, bronquitis, con problemas cardíacos y las mujeres embarazadas son más vulnerables a estos efectos.

En cuanto a las precauciones, según los especialistas, lo mejor es no salir a la calle en estos tiempos de fuertes vientos, pero de otra manera para disminuir los efectos del polvo se recomienda cubrir la nariz y la boca.