Magda Medina no estudió magisterio, tampoco psicología, sin embargo, ha aprendido a entender las necesidades de estudiantes con trastornos de aprendizaje y desde hace 20 años se dedica a brindar de manera voluntaria y gratuita reforzamiento escolar a niños de su barrio.
Ella es originaria de la ciudad de Estelí y comenzó en la casa comunal del barrio Boris Vega con tres estudiantes que requerían reforzar las clases de matemática y español, sin embargo, con el tiempo fue creciendo el grupo y llegó a tener hasta 10 niños por turno.
Ha sido una experiencia extraordinaria, según Magda, ya que tenía la oportunidad de conocer directamente a cada niño y atender sus necesidades de aprendizaje y comprensión, ya que la casa comunal contaba con espacio y con una biblioteca, donde se podía acceder a libros.
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En la misma biblioteca, Magda encontró la pasión para atender la discapacidad intelectual, pero también aprendió a desarrollar metodologías personalizadas y ahora su mayor satisfacción es ver que muchos de esos niños con problemas de aprendizaje, lograron finalmente superarse y convertirse en grandes profesionales.
Esta mujer de 50 años lo que más anhela es un mundo libre de marginaciones, ya que no se debe medir por las notas, sino por la voluntad y los deseos de superación del estudiante, que en algunos casos por la falta de comprensión termina abandonando sus estudios.
Ahora la biblioteca del barrio ha dejado de funcionar, pero su espíritu solidario y de amor se mantiene vivo, por eso Magda ha decidido continuar como maestra guía en las clases español y matemáticas desde su propia casa.
