Tener un caballo es una responsabilidad muy grande, ya que se le debe dar alimento, un hogar cálido y cuidados, sin embargo, muchos de esos animales terminan sus últimos días maltratados, deambulando por las calles y comiendo basura, producto del abandono de sus dueños.
En algunas calles de la ciudad de Estelí es notoria la presencia de estos equinos con hambre y deshidratados, que por la misma condición de abandono terminan siendo maltratados o ridiculizados. Incluso han provocado accidentes o invadido propiedades.
En el barrio Dios Proveerá de esta localidad, un caballo de color blanco fue pintado por personas mal intencionadas. Al animal le pintaron en rojo sus cascos, trompa y lomo, lo que para el doctor Enrique Rimbaud, presidente de la fundación de protección animal AMARTE, esto se transforma en vagancia y delito.
"Pintar así a un animal es maltrato porque las pinturas son tóxicas e impiden que la piel respire libremente. Eso provoca lesiones, hay pinturas que tienen plomo y se intoxican, no pueden respirar por los poros, puede darles dermatitis, a muchos se les podría caer la piel, es algo bastante grave", detalló el médico veterinario.
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El doctor Enrique Rimbaud asegura que si la Ley de Protección Animal se cumpliera, varias personas estarían en la cárcel. Foto: Facebook
De acuerdo al doctor Rimbaud, la mayoría de estas bestias en abandono han sido utilizadas como instrumentos de carga o trabajo y presentan heridas visibles en sus patas, muslos, costillas, lomo o cuello y lo ideal es que terminen sus días en un campo de retiro.
"Si se estuviera cumpliendo la ley, la policía debería detener a esos vándalos que pintan o maltratan a los animales y tenerlos 8 o 10 meses en prisión. El abandono es una de las faltas más graves y que tiene la más alta condena según la ley, que aún no está reglamentada", explicó el presidente de AMARTE.
La Ley 747, Ley para la Protección y Bienestar de los animales domésticos y animales silvestres domesticados, establece que las municipalidades están obligadas a crear estas condiciones, sin embargo, hasta ahora no ha sido posible conseguirlo, por lo que se han tenido que establecer alianzas con asociaciones de ganaderos del país.
"Sería importante que la Asociación de Ganaderos del Norte de un espacio en las fincas de sus afiliados para estos caballos abandonados y terminen ahí sus días. Eso es lo que se está haciendo en varias partes del país", sugirió Rimbaud.
