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La lucha de un niño contra la diabetes

Imagina ser un niño, tener que levantarte y luchar contra la diabetes. Octavio A. Silva fue diagnosticado con esta enfermedad desde que nació, ahora nos comparte su inspiradora historia.


Periodista Famnuel Úbeda
14-Noviembre-2019
Estelí-Nicaragua
"Yo tengo problemas en los riñones, en la vejiga también, porque tengo retención urinaria", contó Yara, una joven fallecida a sus 19 años, originaria de la ciudad de Estelí, quien a sus dos años de edad fue diagnosticada con diabetes tipo uno y desde entonces todas sus mañanas se convirtieron en tortura, ya que debía pincharse para conocer sus niveles de azúcar y a su vez aplicarse insulina.

"Si Dios me tiene así yo me conformo", dijo en una ocasión Yara, quien nunca se aferró a la vida, quizás por la condición de pobreza en la que creció, reutilizaba hasta tres veces una jeringa descartable, buscaba sobrantes de insulina entre sus amistades diabéticas, mientras su cuerpo envejecía de forma prematura y sus riñones e intestinos estaban colapsados y la obligaron a autoexcluirse socialmente y a morir muy joven.

Bajo esa condición existen muchos niños en el mundo, de los cuales Estelí no se excluye, sin embargo, se hace necesario crear entornos amigables en las familias para conseguir la integración social, aprovechando las capacidades y habilidades de los pacientes para evitar que terminen muriendo, no tanto por el diagnóstico médico, sino por la autoexclusión y depresión de los pacientes, manifiesta Maritza Benavides, experta en psicología infantil y en temas de inclusión.

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Octavio A. Silva fue diagnosticado al nacer pero aprendió a convivir con su enfermedad. Foto: Cortesía

"Para poder afrontar la enfermedad es importante hablar con su médico, pertenecer a las asociaciones o grupos de autoayuda que tengan experiencia, que sean personas especialidades ya que muchas veces la diabetes puede producir alternaciones, afectar el estado de ánimo y máxima las posibilidades de que aparezcan otras condiciones como ansiedad, depresión, la tristeza, o sentimientos negativos que pueden provocar un peor control del nivel de la glucosa, por eso es importante garantizar un estado de ánimo estable", indica Benavides.

Haciéndole frente a la enfermedad

Octavio A. Silva es un adolescente de 16 años de edad, originario de la ciudad de Estelí, es uno de los pocos niños en Nicaragua que ha sido diagnosticado con diabetes insípida central, es una afección en la cual los riñones son incapaces de prevenir la eliminación del agua y se presenta cuando el cuerpo tiene una cantidad baja en hormona antidiurética.

"La diabetes que yo tengo la adquirí cuando nací, la diabetes insípida no me permite hacer ejercicio físico ni deportes, andar libremente, no puedo tener un ejercicio diario, me cuesta bastante, digiero rápido la comida, cada minuto tengo que ir a orinar ", cuenta Octavio A. Silva a Noticias ABC.

La mayoría de las personas con diabetes insípida se trata con la hormona sintética desmopresina, pero no existe un tratamiento específico, salvo disminuir la ingesta de líquidos. "Sinceramente en la parte de nutrición, he tratado de mantenerme en mi forma hablando en tema de comida, en la parte física me siento bien, estable, he podido hacer pocos ejercicios que mi cuerpo necesita", indica el adolescente.

Descripción

En la música ha encontrado una terapia de vida. Foto: Cortesía

Octavio A. Silva ha logrado llevar una vida de manera normal, actualmente estudia el tercer año de educación secundaria, es amante de la informática y la música, al punto que ha dedicado su vida a estudiar guitarra, piano, flauta, entre otros instrumentos, además es instructor infantil de guitarra en su propia casa.

El adolescente asegura que la terapia ocupacional y fortalecer el vínculo familiar, le han permitido desarrollarse en sus estudios y superar la diabetes.

"He tenido bastante salidas, he ido a tocar al teatro de León, a FAREM Estelí, a muchos lugares. Ahora estoy dando clases de guitarra, me siento bien, nunca pensé que lograría llegar tan largo en mi vida y dar clases de música, cuando estaba aprendiendo lo veía tan imposible", confiesa.

Apoyo fundamental

Milagros Andrea Silva, madre de Octavio A. Silva, considera que la comunicación e integración de los niños en programas ocupacionales y grupos de interés, además de una dieta balanceada es lo que permitirán alargar la vida de los pacientes diabéticos.

"En los casos que he conocido hay mucha ignorancia de parte de la familia porque lo primero que ven es a un niño enfermo y lo limitan, ponen de excusa de que tiene azúcar y no pueden controlarlo los maestros, porque la inclusión es un tema que está de modo pero poco se practica", asegura Milagros.

"La primera limitante creo que es la familia, por la ignorancia, eso nos limita", opina esta madre. "He llegado hasta aquí por el apoyo de mi madre, ella siempre ha estado para mí, no se rindió incluso cuando yo estaba muy mal", reconoce Octavio.

Descripción

Octavio cursa tercer año de secundaria y da clases de guitarra. Foto: Cortesía

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