Las quemaduras con agua o líquidos calientes son uno de los accidentes domésticos más comunes que sufren los niños. Jandier Zeledón Úbeda, de 2 años de edad, fue víctima de este accidente, a quien le cayó leche hirviendo sobre su pequeño cuerpo.

Aparentemente, el niño se echó encima la leche que estaba dentro de una jarra, provocándole quemaduras de segundo grado en el cuello, tórax y hombros. El lamentable hecho ocurrió en la comunidad Santa Cruz, de Santa María de Pantasma, departamento de Jinotega.

El pequeño fue trasladado por sus familiares al centro de salud de Santa María de Pantasma, Jinotega, donde según informaciones de medios de la zona se encuentra ingresado en la unidad de quemados.

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Los niños deben estar lejos de la cocina

Para prevenir estos eventos es fundamental la supervisión permanente por parte de los adultos y, en caso de que se produzca el accidente, es importante estar preparados para actuar de manera adecuada.

Se recomienda colocar la zona afectada bajo un chorro de agua fría, sin tratar de lavar (no usar jabón o crema) ni tampoco raspar.

Cubrir la herida con una gasa o tela limpia. No tocar el área afectada para evitar infecciones y jamás reventar las ampollas. Una toalla limpia y mojada sirve para envolver la parte que sufre quemaduras.

Tomar un analgésico para calmar el dolor y acudir de inmediato al servicio de urgencia.