Durante su discurso en el acto de conmemoración de la Revolución Sandinista, el mandatario Daniel Ortega calificó como ?golpistas? a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Contrario a años anteriores, la celebración del 19 de Julio que simpatizantes realizan por la Revolución Sandinista no se concentró en Managua. En lugar de salir en caravana hacia la capital, las alcaldías municipales sandinistas convocaron a diferentes activadas que se realizaron en cada localidad.
Managua, 20 de Julio de 2018 | Durante su discurso en el acto de conmemoración de la Revolución Sandinista, el mandatario Daniel Ortega calificó como ?golpistas? a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Contrario a años anteriores, la celebración del 19 de Julio que simpatizantes realizan por la Revolución Sandinista no se concentró en Managua. En lugar de salir en caravana hacia la capital, las alcaldías municipales sandinistas convocaron a diferentes activadas que se realizaron en cada localidad.
La celebración también coincide con una crisis de tres meses en Nicaragua, que deja 277 personas muertas, según el último reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Durante su discurso, Ortega sostuvo que se gestó un golpe de Estado en su contra, por parte de grupos internos y financiados por otros países. Además aseguró que las protestas en contra de su gobierno no son pacíficas, sino que son armadas y acusó a los manifestantes de cometer "actos diabólicos".
Ortega aseguró que los obispos "forman parte del plan de los golpistas para derrocar al gobierno" y también expresó que los religiosos no tienen capacidad para ser "mediadores y testigos del Diálogo Nacional".
De acuerdo con Ortega, los obispos le presentaron "una cartilla", en la cual le daban un plazo de dos días para cambiar a magistrados electorales y judiciales, así como a los diputados, para luego seguir con el propio Presidente de Nicaragua, todo como parte de un "golpe de Estado". "Bueno esto es lo que ellos quieren realmente, yo pensaba que eran mediadores, pero no, estaban comprometidos con los golpistas, eran parte del plan de los golpistas", dijo Ortega.
"Un golpe de Estado querían montar en Nicaragua... cuando me plantearon esto (los obispos), bueno me llené de la paciencia de Job y les dije: si quieren plantear esto en el diálogo, plantéenlo, pero se tiene que alcanzar un consenso", continuó.
Además hizo un llamado para que los obispos "reflexionen sobre su posición" y "exorcicen a los demonios".
Ortega también hizo un recuento de los policías que han muerto en la crisis de Nicaragua y mientras leía cada nombre los presentes respondían "los golpistas", en alusión a quienes causaron las muertes de los agentes policiales.
Por su parte, la CEN en su Facebook publicó: "Oramos por nuestros Obispos, quienes a pesar de cualquier ataque continuarán con su labor profética de anunciar la esperanza y denunciar las injusticias".
Después del discurso de Ortega, Monseñor Silvio José Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, escribió: "La Iglesia no sufre por ser calumniada, agredida y perseguida. Sufre por quienes han sido asesinados, por las familias que lloran, por los detenidos injustamente y por quienes huyen de la represión. Rezamos y estaremos a su lado siempre en nombre de Jesús".
