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AL FILO DE LA MUERTE

El pánico se apodera de Reyna Isabel Raudales Poveda, cada vez que mira a alguien con machete, con esa arma esta mujer de 25 años fue atacada por su expareja Santiago Pastrana Zeledón y producto de la agresión pasó 19 días en coma en el hospital Lenin Fonseca de Managua. El 10 de abril de este año, fue el día que marcó la vida de esta joven campesina que vivió una historia de terror en la comunidad Monte frío municipio de Jalapa, Nueva Segovia. Reyna cuenta que desde que se juntó


Periodista Martha Celia Hernández
11-Noviembre-2017
Estelí-Nicaragua
El pánico se apodera de Reyna Isabel Raudales Poveda, cada vez que mira a alguien con machete, con esa arma esta mujer de 25 años fue atacada por su expareja Santiago Pastrana Zeledón y producto de la agresión pasó 19 días en coma en el hospital Lenin Fonseca de Managua.

El 10 de abril de este año, fue el día que marcó la vida de esta joven campesina que vivió una historia de terror en la comunidad Monte frío municipio de Jalapa, Nueva Segovia.

Reyna cuenta que desde que se juntó con su pareja recibía maltrato del que posteriormente fue víctima su hijo que actualmente tiene ocho años.

La mayoría de las discusiones entre la pareja era por celos "los reclamos eran de ambas partes, él solía tener otras mujeres mientras estaba conmigo" nos relata.

Reyna Isabel Poveda tenía apenas 14 años cuando se juntó con Santiago Pastrana un hombre 6 años mayor que ella y que desde un inició solo le recetó maltrato. Al quinto mes de embarazo, ella decide separarse porque no aguataba tanta golpiza, pero al poco tiempo su pareja la convenció de volver y prometió cambiar, sin embargo, el maltrato continuó por años.

El pasado 24 de marzo Reyna se separó por segunda ocasión, la razón según ella es que Santiago estaba con una muchacha de Jalapa. "Esedía yo le reclamé, entonces él me golpeó y a empujones me corrió de la casa" recuerda Reyna.

Sin tener a donde ir, Reyna pide ayuda a una prima quien le presta una casita donde permanecería con su hijo y uno de sus hermanos. Tal y como ocurrió la primera vez, su expareja continuó el acoso e insistencia de que se juntaran nuevamente y por teléfono la llamaba y la citaba a la casa.

No había pasado un mes, cuando de repente un día a eso de las 5 y cuarenta de la tarde apareció Santiago en la casa de Reina, al parecer estaba vigilando que ella regresara de trabajar en el tabaco y en el momento que quedó sola se metió a la vivienda que por lo rustico de su construcción no tenía ninguna seguridad.

"Mientras yo me limpiaba el pantalón, el se sentó en una banquita donde justamente había una cutacha debajo, me pidió nuevamente que volviéramos, yo le respondí que no porque demasiado me había maltratado, fue cuando de inmediato se levantó y con machete en mano me gritó : "De mi, ninguna mujer se burla" manifestó Reyna.

Producto de los 13 machetazos la mayoría en la cabeza, Reyna pasó 19 días en coma, tiempo en que los médicos no le aseguraban la vida. Sin embargo, pese a muchas limitaciones económicas esta sobreviviente de violencia ha logrado recuperarse poco a poco, aunque los dolores de cabeza son casi permanentes.

La mayoría de machetazos fueron propinados en la cabeza.

Las cicatrices son muy visibles en la parte superior de su brazo izquierdo, aunque las peores marcas están en su memoria pues del sufrimiento aún no se recupera esta joven madre que tuvo que dejar todo abandonado porque su vivienda estaba construida en la propiedad de sus suegros.

Debido a que no tenía recursos económicos para su recuperación Reyna ha tenido que emigrar a Jalapa donde trabaja en una vivienda desde hace dos meses, nos comenta que deben dinero y tiene que apoyar a su mamá a saldar la cuenta.

"En mi vida todo me falta, pero no me queda de otra que seguir luchando" expresa con profunda tristeza Reina, quien a la vez reconoció el apoyo que ha tenido de la organización no gubernamental Oyanka.

Según el observatorio Católicas por el Derecho de Decidir solo este año 49 mujeres han sido asesinadas en Nicaragua, 4 más en relación al año pasado. Para quienes han logrado escapar de la muerte, la pesadilla se mantiene como una película que pasa una y otra vez por su mente.

"Si me vas a matar, mátame". Tres días después, despertó en un hospital



Daysi Patricia Ramírez Guillén, sobrevivió a los machetazos que le asestó su ex pareja.

Días después de conocerse sobre la salvaje agresión de Reyna Isabel en el municipio de Jalapa, otra mujer pero de la comunidad de Uniles de Somoto en el departamento de Madriz, vivió un episodio similar.

Sobre un camino pedregoso está la casa de Daysi Patricia Ramírez Guillén, donde recibió 6 machetazos que la dejaron inconsciente, propinados por Juan Bautista López el hombre con quien convivió 14 años.

Mostrando sendas cicatrices en uno de sus brazos, Daysi Patricia nos cuenta que tenía dos años de haberse separado de su expareja debido a que el tomaba mucho.

"Siempre insistía en que regresara con él y yo le pedía que dejara de tomar y que después habláramos, pero el fin de semana volvía a sus andanzas y llegaba a mi casa a tratarme y gritar de Z? para arriba, pensaba que yo tenía otro hombre" nos cuenta Daysi.

Juan nunca había golpeado a Daysi, sus agresiones eran verbales y por esa razón ella no le temía, pensaba que era necedad de bolo. Cuando él llegaba a gritarle a la vivienda, la única que lo calmaba era su mamá quien lo convencía de volver a la casa donde se quedaba dormido.

Ese 22 abril, como todos los domingos Juan comenzó a gritarle a Daysi, estaba descalzo y sin camisa, ella le dijo que si estaba loco, a lo que él le contesto "estoy loco por vos" y luego vinieron las ofensas. Ella se sentó en el patio y de repente el hombre se acercó con un machete y le dijo "pero hoy te mato" ante la amenaza Daysi se corre, pero en el trayecto se cae. En ese momento le dijo "si me vas a matar, mátame, no me dejes viva". Luego se vino el primer filazo por lo que ella metió las manos donde recibió 5 machetazos mas.

En ese momento, llegó una prima que le gritó a Juan "la mataste", luego salió su hija Daysi Lissette Ramírez, de 16 años, y le dijo "mataste a mi madre", y él contestó "a vos también" ambas mujeres corrieron en busca de ayuda, mientras Daysi brotaba sangre por las heridas hasta quedar desvanecida.

Tres días después, Daysi despertó en el hospital de Somoto, ahí los médicos le dijeron que iba a quedar invalida porque los tendones estaban atrofiados.

Hace dos semanas volvió a sus labores de hacer rosquillas, pero el trabajo se ha mermado. Nos comenta, que le da fiebre y dolor en sus brazos es constante.

"Tengo que luchar, tengo un hijo que mantener. Yo trato de superarme y agradezco el apoyo de la Red de Mujeres, por la asesoría que me han brindado, me invitan a charlas y me han apoyado psicológicamente" manifiesta Daysi, que a la vez recomienda a las mujeres a no confiarse mucho y pedir apoyo de las autoridades.

"Paramí es un sueño que eso haya pasado, nunca lo esperé. Cuando me siento con dolor en los brazos, no crea, echo mis lágrimas porque yo no era así. Estoy viva, trabajando y con la fuerza que me Dios me da para seguir adelante". Concluye su relato Daysi Patricia Ramírez Guillén.



No hay donde denunciar

Las Comisarias de la Mujer cerraron sus puertas desde el año pasado y de paso se ha obligado a las víctimas a realizar mediaciones con sus agresores.

Magali Quintana coordinadora del observatorio Católicas por el Derecho a Decidir culpa al Estado por la violencia que sufren las mujeres en Nicaragua.

En entrevista a un medio nacional expresó que no se protege la vida de las mujeres y no se invierte nada por cambiar esta realidad. "a este Estado el 52 por ciento de la población no le importa" enfatizó.

Pero además del Estado, todos estamos obligados a erradicar la violencia machista. El sicólogo esteliano Wilmer Peralta, afirma que para las víctimas que tienen dependencia emocional es difícil romper con el ciclo de violencia.

Sin embargo, las familias son claves en erradicar las actitudes machistas donde la mujer se mira como un objeto y que la dominación no puede existir en una relación de pareja. La concientización es más importante para lograr los cambios.

Una lección la dio recientemente el concurso de Miss Perú 2017, en el que las candidatas en vez de dar sus medidas dieron a conocer al mundo las cifras de violencia que viven las mujeres de ese país sudamericano.

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