Regionales
Cuando los primeros rayos del sol comienzan a alumbrar el horizonte, decenas de familias campesinas de varios municipios van llegando poco a poco a Somoto, cabecera del departamento de Madriz, y se van ubicando en las aceras y andenes de las principales calles de la ciudad para ofertar sus productos.
Doña María Julia Cáliz Ramírez, desde la comunidad El Chichicaste, en el municipio de Las Sabanas, Madriz, se traslada en bus a diario para ubicarse en los andenes frente al mercado municipal de la ciudad de Somoto, donde comienza a ofertar hojas de plátanos, naranjas y limones que cultiva en las tierras de su propiedad.
En el mismo andén en que se ubica doña María Julia están las campesinas Juana Francisca Miranda y Laura del Carmen Miranda, ambas habitantes de la comarca El Coyolito, en la comunidad de Moropoto, en el municipio de San Lucas, quienes también comercializan verduras e incluso rajas de ocote de pino para encender el fuego.
“Las frutas y verduras que producimos en nuestras pequeñas fincas las venimos a comercializar a precios bastantes favorables y aunque hay días buenos y malos, vendemos un poquito por lo menos para llevar algunos productos alimenticios nuestras viviendas”, detalló una de las pequeñas comerciantes.
“Estos productos los cultivo en mi finquita y los traemos hasta aquí para ganarnos el pan de cada día”, expresó doña María Julia Cáliz.
Sin embargo, muchos comerciantes minoristas que tienen sus ventas en los módulos dentro del mercado municipal de Somoto, no ven con buen agrado que las campesinas se ubiquen a vender los productos que cultivan en sus parcelas de tierra, porque consideran que les hacen competencia desleal.
