Salud
BBC Mundo
Una de cada cuatro personas teme visitar al dentista, según datos del sistema de salud pública británico. Y no es sólo cosa de niños.
"Algunos le tienen tal fobia al dentista que no lo han visitado en años", dice Karen Coates, asesora dental de la Fundación Británica para la Salud Dental.
Ese temor puede responder a varias motivaciones: el miedo a que el tratamiento duela, el pánico a las agujas o el rechazo a los sonidos y los olores de la clínica dental, que pueden traer malos recuerdos de la niñez.
Aquí compartimos 8 consejos para ayudar a vencer la ansiedad de ir al dentista:
1. Encuentra un dentista comprensivo
Puedes preguntarle a tus amigos y conocidos o buscar específicamente un profesional que se especialice en pacientes con ansiedad.
2. Visita la clínica antes de la primera consulta
Antes de pedir tu primera cita, visita la clínica, conoce al recepcionista y al dentista y mira cómo es el ambiente. También puedes informarles de tu ansiedad o fobia para que lo tengan en cuenta para tus futuras visitas.
3. Elige una cita a primera hora de la mañana
Así tendrás menos tiempo para pensar en tu fobia e ir acumulando ansiedad durante el día
4. No llegues antes de tiempo a tu cita
Trata de llegar a la hora en punto para no tener que esperar en la clínica. En la sala de espera puedes sentirte más ansioso ante los sonidos y olores.
5. Planea una primera cita "suave"
No te metas de buenas a primeras en empastes, endodoncias y anestesias. La primera visita puede ser una revisión o una limpieza, y puedes aprovecharla como una manera de conocer un poco más a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad. Cuando te sientas más cómodo puedes proceder a hacer tratamientos más complicados.
6. Acuerda una señal para avisar que te sientes incómodo
Puedes acordar con tu dentista una señal concreta para indicarle que necesitas un descanso y quieres que pare. Puede ser simplemente señalar con el dedo o levantar la mano pero te hará sentirte más en control.
7. Lleva tu propia música para relajarte y distraerte
No olvides tus auriculares y tu música favorita para relajarte o abstraerte mientras el dentista hace su trabajo. El tiempo se te pasará mucho más rápido y probablemente no escuches tanto los sonidos que te generan ansiedad.