Desde el primer momento en que supo que sería papá, Jorge Figueroa sintió que algo en su vida había cambiado para siempre. No fue solo emoción, fue compromiso. Su esposa, Ana Julia Romero le anunció hace 26 años que estaba embarazada de su primera hija, Doriana, y para él fue el inicio de una nueva misión: ser un padre presente desde el principio.
“Estuve pendiente del embarazo, la acompañé a las citas. Uno como padre y pareja debe estar pendiente: ser un amigo, consejero y transmitir el amor a la pareja y los hijos”, comentó Jorge.
Jorge es padre de Doriana y Moisés, quienes han crecido, la mayor es médico veterinaria y el segundo estudiante de la universidad, por los que no solo ha trabajado para proveer, sino para ser un papá ejemplar con acciones, consejos y comprensión.
“Uno no debe andar en malos pasos, porque sino los hijos seguirán ese ejemplo. Yo les digo a mis hijos que deben ver con igualdad a niños y a personas adultas”, explicó.
Jorge junto a su hija, Doriana. Foto: Cortesía/Radio ABC StereoNo tiene estudios universitarios, pero para ayudar a su familia aprendió múltiples oficios, desde ser electricista, hasta fontanero y albañil.
Jorge entiende que ser papá es una responsabilidad compartida y que al involucrarse no es con el fin de ayudar si no de asumir responsablemente su rol: “Es un esfuerzo conjunto, siempre hay que estar pendientes”, añadió.
Jorge no tiene medallas ni diplomas, pero tiene algo muy valioso: el respeto y amor de su hija e hijo: “Mi papá es mi contacto de emergencia. Mi papá siempre ha estado presente para mí. Su amor ha sido incondicional, nunca nos ha dejado solos”, expresó su hija Doriana.
Cuando uno ve a Jorge tomando café o reparando el sistema eléctrico de cualquier hogar, podría pensarse que solo es un obrero común. Pero quienes conocen su historia saben quién es realmente: es un padre abnegado, un compañero de vida y un ejemplo de amor y comprensión.
