La clausura de varios centros de rehabilitación en el norte del país encendió las alarmas entre las personas con familiares en tratamiento. El pasado jueves 16 de enero, el Centro de Rehabilitación Física y Mental Don Divino, ubicado en La Garnacha, Estelí, cerró sus puertas. A este hecho se sumaron otros cierres recientes en la región, en el marco de investigaciones por presuntos actos de maltrato a los internos.
Entre los centros intervenidos está el Centro de Ayuda Contra las Adicciones, CEPA Joven, en San Juan de Limay, Estelí, el cual estaba bajo la dirección de Luis Villarreal.
Según un monitoreo realizado por el equipo de Noticias ABC, este centro eliminó su red social Facebook, aunque en diciembre pasado aún se publicaban actividades.
Otro recinto presuntamente afectado es el Centro de Rehabilitación Nueva Vida, ubicado en la comunidad Miraflor, Estelí, el cual también fue clausurado el pasado sábado, según reportes no oficiales.
A estos se les suma el cierre temporal del Centro de Rehabilitación El Alfarero, en Ocotal, Nueva Segovia, conocido por sus siete años de servicio a personas con adicciones.
En su última publicación en redes sociales compartieron una fotografía de los internos con el mensaje: “Dios les bendiga y los cuide, los amo, nos vemos pronto”. Sin embargo, el director del centro, Harvin Pozo, no se ha pronunciado al respecto, y las razones detrás de esta clausura permanecen sin esclarecer.
Las clausuras se dan en el contexto de investigaciones sobre posibles abusos cometidos contra los internos en estos centros, aunque hasta el momento las autoridades no han brindado información oficial al respecto. La falta de claridad ha generado preocupación e incertidumbre entre los familiares de los pacientes, quienes temen por la continuidad de los tratamientos y el bienestar de sus seres queridos.