El aumento de las temperaturas está generando estrés calórico significativo en las plantaciones de café de Pueblo Nuevo, Estelí. Este fenómeno está afectando particularmente la floración, causando deshidratación prematura y amenazando con disminuir los rendimientos y la calidad del grano en la próxima cosecha.
En comunidades como La Palagua, Carao y La Pava, se han registrado temperaturas que alcanzan los 36 grados Celsius, superando el promedio histórico para la temporada de verano, que se sitúa entre los 30 y 32 grados Celsius.
Bilomar Alfaro, productor de la zona, dijo que esta situación ha generado preocupación entre los agricultores, quienes temen las consecuencias negativas que este calor extremo pueda tener en la producción de café, uno de los principales motores económicos de la región.
En los municipios de Santa María, Macuelizo y Mozonte, pertenecientes al corredor seco del departamento de Nueva Segovia, el impacto de las altas temperaturas registradas durante este verano comienza a ser visible, pues algunas fuentes de agua se han profundizado y otras han bajado su caudal.
El impacto más evidente se observa sobre la cuenca del Río Coco y eso comienza a preocupar a algunos productores, ya que a medida que las temperaturas aumentan los niveles de agua subterránea disminuyen, lo que afectaría directamente a los cultivos con sistema de riego y a la disponibilidad de recursos hídricos para las comunidades.
Leonel López, presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG) en ese departamento, dijo que esperan que los pronósticos meteorológicos emitidos sobre el inicio de la temporada lluviosa se cumplan para que las fuentes y bosques se puedan recuperar.
López, agregó que para mitigar estos efectos se ha orientado a los socios de la UNAG hacer buen aprovechamiento del vital líquido y prácticas agrícolas sostenibles.
