Muy preocupada se encontraba la familia de Gregoria Martínez Barrera, originaria de Villa Solidaridad, Somoto, Madriz, a causa de un enjambre de abejas africanizadas. Ella relató que tenían temor de sufrir picaduras. Por lo tanto, de inmediato llamó a los bomberos.
Aunque al principio parecía difícil, con arduo trabajo los bomberos lograron que las abejas abandonaran el lugar. El enjambre estaba ubicado en un árbol de mango a 2 metros de altura en el costado este de la vivienda donde habitan cuatro personas: dos adultos y dos niños.
Las abejas africanizadas han causado dificultades en varios puntos del país, incluso han provocado la muerte de algunas personas y animales debido a sus picaduras.