En el mercado Alfredo Lazo, en la ciudad de Estelí, la música se convierte en un viaje en el tiempo y es gracias a un hombre cuyas manos son como las partituras de un antiguo pentagrama, llena de notas invisibles y cuya voz es un puente que nos lleva a ese viaje.
Él es Víctor Manuel Jiménez, un artista autodidacta de 53 años que se ha convertido en la fuente de alegría para los vendedores y clientes que frecuentan este populoso centro de compras.
Víctor Manuel Jiménez, originario de la ciudad de Somoto en el departamento de Madríz, cuenta que su historia musical comenzó temprano, cuando aprendió sus primeros acordes de su padre a la edad de 7 años.
Víctor Manuel, se autodefine como un hombre romántico y su voz lleva consigo el eco de esa pasión que se encuentra en esa expresión a través de sus melodías.
Artista ameniza los días en el mercado Foto: Famnuel ÚbedaPor un módico precio de 20 córdobas por canción, este virtuoso hombre se convierte en el acompañante musical de cualquiera que desee un poco de alegría en su día.
Esa actividad lo convierte en una figura querida y respetada en el mercado, donde comerciantes y visitantes lo aplauden y graban sus interpretaciones con atención.
El mayor anhelo de Víctor es grabar su propia música, letras escritas y los arreglos listos. Mientras tanto, los sonidos de su guitarra y su voz siguen llenando de alegría el mercado Alfredo Lazo.
