La familia Gurdián Herrera emigró desde San Juan del Río Coco en Madriz, hacia Estados Unidos. Mientras desempeñaban trabajos que son comunes entre los emigrantes, soñaban con tener su propio negocio y lo lograron.
Pablo Gurdián Herrera y algunos amigos también emigrantes, lograron establecer dos restaurantes de comida nicaragüense en el estado de Wisconsin. La idea llegó durante la crisis por la pandemia del Covid-19.
"Para ese tiempo las amistades trabajaban en fábricas y se quedaron sin trabajo pero nosotros ya hacíamos comida y nuestras amistades aprendían con nosotros. Teníamos la idea de poner un negocio porque miramos que a la gente le gustaba bastante la comida de Nicaragua", relató Gurdián.
En plena pandemia llegó la oportunidad. Mientras un restaurante mexicano decidió cerrar, la familia Gurdián pudo abrir el negocio de comida nicaragüense con la asesoría adecuada.
De llegar a vender platillos a algunos ranchos pasaron a tener su propio restaurante exitoso, por lo que decidieron impulsar un segundo establecimiento. Ambos llevan el nombre de "Dos Caminos" y este 28 de septiembre cumplen su primer aniversario formal. De esta manera también han sido generadores de empleo.
Gallo pinto, nacatamales, chancho con yuca, sopas, asados, frijoles, bebidas típicas y otros productos forman parte del menú con el que han logrado llevar el sabor y la tradición nica a suelo estadounidense, permitiendo también que con esta sazón otros emigrantes se sientan más cerca de casa.
Pablo Gurdián añadió que la sazón de Tamara González y el apoyo del mexicano Gaspar González ayudaron a dar vida al proyecto.
“Dos Caminos” es un pedacito de Nicaragua en Wisconsin, Estados Unidos. Foto: Cortesía/Radio ABC Noticias"La verdad que gracias a Diosito tuvimos éxito porque hemos sido creadores de nuestros propios trabajos. Hemos creado entre 10 y doce empleos directos y otros indirectos como los proveedores y deliverys", detalló el connacional, quien compartió su inspiradora historia con Radio ABC Stereo.
"En el camino uno va aprendiendo. Hay gente que te va asesorando y también tenemos proveedores de Honduras y de Nicaragua que nos traen bastantes productos de Nicaragua como semilla de cacao", relató el emprendedor.
Pablo Gurdián fue el primero de su familia en emigrar. Luego llegaron sus cuatro hermanos y su madre. Considera que alejarse de su patria no es algo fácil pues la familia se ha enfrentado a muchos retos en el extranjero.
"La parte económica es un tema fundamental. Uno tiene que ahorrar y trabajar duro para poder cumplir una meta", dijo Pablo, quien reconoce que la unión familiar es clave para progresar.
"Lo que más nos ha motivado es que creemos en nosotros mismos. La educación que recibimos en Nicaragua nos sirvió para hacer un sistema de cobro, para diseñar imágenes o promociones. Esa es una fortaleza", comentó Gurdián.
Como en toda historia de emprendimiento los malos presagios no faltaron "mucha gente me advertía que me iría mal y que tendría que pagar el local a tantos años, pero yo dije que prefería fracasar haciéndolo a no intentarlo. Gracias al señor todo ha salido muy bien", comenta agradecido el nicaragüense.
"Trabajemos duro porque todo se puede y es posible sea donde sea. Creamos en nosotros mismos", recomienda Pablo Gurdián Herrera.
Esta familia emigrante demuestra que la determinación, la constancia, el amor y el trabajo son claves para hacer un sueño realidad.
