Este sábado 14 de mayo se conmemoró el Día Mundial de las Aves Migratorias. Esta importante fecha se centró en la concienciación sobre la contaminación lumínica que afecta directamente el recorrido de las aves en los ecosistemas.
Fernanda Tinoco, de la Organización Jóvenes Ambientalistas, explicó que las aves migratorias aportan en gran manera a la dinámica ecológica de los sitios que visitan, pues sirven de devoradores de insectos, funcionan como reguladores de plagas, dispersores de semilla y polinizadores de plantas, además, la presencia de las aves indica la salud en los bosques.
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Tinoco detalló que el creciente uso de la iluminación ha modificado drásticamente el entorno natural y tiene impacto sobre los animales salvajes incluidas las aves migratorias, ya que ésta les provoca desorientación cuando vuelan de noche, colisionan contra edificios, perturban sus relojes internos o interfieren su capacidad para emprender migraciones de larga distancia.
En el departamento de Estelí, algunas de las aves migratorias registradas por las instituciones forestales, son: la urraca sayallique, urraca de los pinares, colibríes, amazilias, El perico Gorgirojo, la paloma callejera, además del Quetzal; especie que generalmente se observa en la temporada de enero.
Según datos del MARENA y la Estación Biológica Juan Roberto Zarruk, en el año 2013, en el lago de Apanás, Jinotega, se detectaron 15 especies de aves migratorias y otros 20 tipos residentes.
