Entusiasmo, alegría y en algunos casos hasta temor eran parte de las emociones mostradas por más de 40 personas de la tercera edad que por primera vez vieron el mar y realizaron una excursión por el Volcán Masaya. La aventura, donde a muchos se les cumplió el sueño de conocer la playa, fue organizada por el sacerdote de la Parroquia San Miguel Arcángel, ubicada en Pueblo Nuevo, de la Diócesis de Jinotega.
El presbítero Rosalío Herrera Montenegro, nombrado párroco del templo hace dos años, dijo a Noticias ABC que desde su nombramiento se le quiso dar un valor especial a los ancianitos y ancianitas, pues muchas veces en sus casas no tienen la oportunidad de alegrase un rato y vivir en sana paz su Fe.
Los ancianitos conocieron el mar y el Volcán Masaya. Foto: Cortesía/Radio ABC StereoHerrera indicó que el tercer viernes de cada mes se ocupa para que las personas de la tercera de edad lo utilicen como su día de descanso y puedan llegar hasta la parroquia, donde actualmente asisten un estimado de 30 o 40 personas mayores de 60 años de edad.
"Se pensó en el tercer viernes de cada mes reunir a los ancianos, dejando todo quehacer, todo compromiso que a veces se recarga sobre sus hombros, y que ese día pasen en la parroquia, si están tristes o contentos que vengan a la parroquia, esta es su casa", explicó el padre, quien está próximo a cumplir años y aprovechó la ocasión para organizar la excursión.
La gira donde participaron decenas de personas de la tercera edad, se realizó el día martes 9 de noviembre, saliendo de la comunidad de Pueblo Nuevo, a unos 25 kilómetros de Jinotega a eso de las cinco de la mañana y regresando a eso de las nueve de la noche.
"Hace un año les propuse la experiencia de conocer el mar, porque yo dije: 'es un pecado que a un anciano no haya alguien que pueda mostrarle el mar y el volcán'. Todos ellos no conocían el mar, participaron 48 personas, se quedaron sin palabras", comentó el sacerdote.
Los ancianitos se mostraron felices y agradecidos. Foto: Cortesía/Radio ABC StereoEl padre Rosalío Herrera se mostró contento ante la felicidad de la feligresía católica mayor, por lo que llamó a respetarlas y darles el valor que por sus años, vivencia y experiencia merecen.
"Es una alegría para nosotros este paseo, andar donde nunca nos habían sacado, nos han traído a conocer el mar, a conocer el volcán, andar paseando, andarnos divirtiendo, le doy mil gracias a nuestro Señor Jesucristo y al padre que nos ha traído", expresó doña Eduviges, una de las señoras que disfrutó de la excursión.
