Haber llegado a darse un chapuzón, le costó la vida al ocotaleano Pedro Pablo Lozano Mejía, de 32 años, quien se había sumergido en una poza del río Dipilto, que atraviesa el puente en la entrada principal del barrio Sandino en la ciudad de Ocotal.
Pablito, como muchos le decían cariñosamente a la víctima, padecía de epilepsia y problemas mentales. Relatan testigos que a los pocos minutos de ver que Pablito no salía del agua, los vecinos a la poza procedieron a buscarlo.
José Ronaldo López y Luis David Reyes, quienes realizaron labores de búsqueda del cuerpo, manifestaron que les tocó abrir la represa para que el agua pudiera bajar y poder encontrar el cuerpo. "No es tan hondo, pero como ayer llovió, creció un poco la poza, el muchacho acostumbraba meterse a bañar ahí pero cuando venimos ya pudimos hacer nada", manifestó Reyes.
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El médico forense, doctor Jorge Calderón, señaló que se trataba de una muerte por sumersión descartando mano criminal en tal hecho. "Es un caso lamentable, era un joven conocido por toda la población de Ocotal. Según las declaraciones que nos dio el papá, él no sabía nadar. No hay ninguna lesión externa ni golpe craneal, únicamente su muerte se debió por asfixia por sumersión", explicó el médico.
Autoridades municipales y del Ministerio de Salud se presentaron hasta el lugar para brindar acompañamiento a la familia, por su parte la alcaldesa del municipio de Ocotal, Xiomara Tercero, destacó que tomarán medidas con la destrucción de algunas pozas que se han creado.
Por su parte, la doctora Elba González de la unidad de salud José Dolores Fletes en Ocotal, indicó que es importante que la ciudadanía que sufre de algún padecimiento tenga mucho cuidado al sumergirse a ríos o piscinas, además recomendó acatar todas las medidas de seguridad para evitar tragedias.