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Víctimas de abuso sexual claman justicia

Las pesadillas de su niño de nueve años, fue la primera señal de alerta para un padre de familia, sobre el abuso sexual al que fueron sometidos dos de sus hijos en una escuela rural, del municipio de San Fernando en Nueva Segovia. En el corredor de su humilde vivienda construida de madera encontramos al padre de las víctimas, al lado de sus cuatro hijos de 6, 8, 9 y 12 años de quienes se hizo cargo hace 3 años, cuando su madre los abandonó. Los ojos de este padre de familia se inundan d


Periodista Redacción Digital ABC
24-Octubre-2017
Nueva Segovia-Nicaragua
Por Martha Celia Hernández y Jeymi Rivera

Las pesadillas de su niño de nueve años, fue la primera señal de alerta para un padre de familia, sobre el abuso sexual al que fueron sometidos dos de sus hijos en una escuela rural, del municipio de San Fernando en Nueva Segovia.

En el corredor de su humilde vivienda construida de madera encontramos al padre de las víctimas, al lado de sus cuatro hijos de 6, 8, 9 y 12 años de quienes se hizo cargo hace 3 años, cuando su madre los abandonó.

Los ojos de este padre de familia se inundan de lágrimas al relatarnos lo doloroso que ha sido para él tratar de buscar justicia por la violación y abuso de sus dos pequeños hijos.



Mientras apreta fuertemente los brazos de la silla de plástico, el hombre aun vestido con su ropa de jornalero y con un tono bastante pausado cuenta que una vez su madre le comentó que el nietecito de 9 años andaba safornado, ella de inmediato le aplicó aceite para bebé sin imaginar que el niño estaba siendo violado por tres compañeros de clase de 14 y 16 años.

Luego el cambio de comportamiento del niño, el bajo rendimiento escolar, las pesadillas y el temor hasta de ir a la escuela, fueron otras de las señales que llevaron a su padre a descubrir que había sido violado.

Pero la historia era mucho peor, resulta que su otro hijo de 12 años también era abusado por los mismos chavalos.

"Mi hijo me contó que esos tres chavalos a la hora del recreo lo obligaban a hacer cosas, y luego lo sacaban del centro de estudio para violarlo. Situación que perduró durante los últimos meses del año escolar 2016"



Un mes después cuando el padre se enteró del abuso sexual de sus dos hijos, buscó el apoyo de la policía, pero la respuesta fue negativa. Dijeron que había pasado mucho tiempo y que no había manera de probar la violación.

Luego, los padres de los estudiantes agresores se enemistaron con el papá de los hermanitos abusados y hasta lo denunciaron al Ministerio de la Familia. "Ellos pedían que me quitarán a mis cuatro hijo, porque no tienen mamá, y eso no lo voy a permitir" manifestó.

Las secuelas para un niño o niña abusado quedan para toda la vida, tanto que hasta la misma sociedad en vez de dar apoyo se burla de las víctimas.

Según el padre de familia de San Fernando, sus hijos abusados reciben insultos de algunas personas de la comunidad que están enteradas del caso, al niño de 9 años le gritan que ya no es hombre porque lo violaron.

En tanto, el niño de 12 años tiene un comportamiento más tímido, según su padre, le avergüenza hablar del asunto con él.

Datos del Instituto de Medicina Legal reflejan que el año 2016, el 90 por ciento de las víctimas de abuso sexual eran menores edad. Sin embargo, la cifra podría ser mayor si todos los casos prosperaran en su denuncia.


Drogada y violada por su padre

Otro de los casos lo conoció don José Santos Gutiérrez, secretario político de La Sirena, una comunidad ubicada al norte de Estelí donde en los últimos años se han registrado tres abusos sexuales en contra de menores de edad.

Comenta que un día llegó hasta su casa un joven del sector de Santa Rosa y le platicó que su hermana de 14 años era abusada por su padre.

Don José Santos Gutiérrez, escuchó el relato de la chavala a través de una grabación que le hizo a su hermano con el celular, donde le decía que su padre la drogaba para abusarla. Luego le ofrecía cosas a cambio de su silencio.

Este caso que fue del conocimiento de la policía y del Ministerio de la Familia de Estelí, ha quedado impune debido a que la familia de la víctima por temor no puso la denuncia directamente, sin embargo, al buscar ayuda del líder de la comunidad, la denuncia no prosperó.

"Hablé con la Comisionada Rocha, con Francisco del Ministerio de la Familia y hasta el día de hoy no se ha hecho nada, es como si estas denuncias no importaran", dijo don José Santos Gutiérrez.

Y es que la impunidad en los casos de abuso sexual ha hecho incluso que el Estado de Nicaragua este año fuera demandado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por un caso de violación sexual sufrida por una niña de nueve años.

La responsable de capacitación del Centro de Mujeres Isnim Fátima Millón, dijo que la policía es el primer colador por donde pasan las denuncias y está obligada a investigar cada denuncia que se les presente.

"A parte de que son víctimas del delito, son víctimas del sistema, porque no hay justicia con celeridad, la policía debe de remitir a las víctimas a medicina legal y luego al Ministerio Publico que es el responsable de representar a la persona abusada y en el caso de menores lo hace de oficio" enfatizó Millón.

Para la sicóloga Auxiliado Sequeira la confianza y comunicación entre padres e hijos permite detectar el delito, y en caso de sufrir abuso sexual es importante, que las víctimas cuenten con ayuda profesional.

Recomienda que hay que observar a los hijos, debido a que el comportamiento dice mucho de un menor de edad que está siendo abusado. Por ejemplo, se ve más distraído, tiene pesadillas, baja el rendimiento escolar y no le gusta socializar , entre otras cosas.

El abuso sexual infantil es un crimen de todos los tiempos, lamentablemente la mayoría de los casos se dan en el seno familiar, donde padres, hermanos, tíos, abuelos, se convierten en los verdugos de los más pequeños de la casa.

Cada mes llegan al juzgado de violencia de Estelí entre 70 y 80 casos de abuso sexual, en un 95 por ciento las víctimas son menores de edad. Pero en el anonimato y bajo el secreto de muchos hogares se esconden aterradoras historias por el miedo a enfrentarse a los agresores.

La sicóloga del juzgado especializado en violencia de Estelí, Sonia Vanesa Rodríguez Hernández, recomienda perder el miedo a la denuncia, porque desde esa dependencia se le da acompañamiento a la víctima, durante y después del proceso.

Cabe señalar que los delitos de abuso sexual en contra de menores de edad no son mediables, pero lamentablemente hay circunstancias en que los familiares de víctimas se retractan desconociendo que pueden ser penalizados por esa acción, según la sicóloga forense de Estelí Beyvi Ileana Dávila.

El Artículo 19 del Código de la Niñez y adolescencia establece que el Estado brindará especial atención a los niños, niñas, y adolescentes que se encuentren en situación de peligro, riesgo sicológico,social o material.

Pero, para quienes han expuesto sus casos en este reportaje, la falta de beligerancia de las autoridades les ha marcado con la huella de la impunidad y sed de justicia.

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