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El Plan techo ya no es un regalo, tiene su precio

Al parecer la crisis que actualmente vive Venezuela, está provocando algunos recortes en la ayuda que recibe el gobierno de Nicaragua para ejecutar algunos de sus programas emblemáticos como el caso del Plan Techo. Algunos pobladores del municipio esteliano de Pueblo Nuevo, se quejaron porque los responsables del programa conocido como Plan Techo, están cobrando una cuota de un mil córdobas para optar a este beneficio. Una de las jóvenes de la promotoría de la juventud sandinista de Puebl


Marcos M. Flores
30-Marzo-2017
Estelí-Nicaragua
Al parecer la crisis que actualmente vive Venezuela, está provocando algunos recortes en la ayuda que recibe el gobierno de Nicaragua para ejecutar algunos de sus programas emblemáticos como el caso del Plan Techo.

Algunos pobladores del municipio esteliano de Pueblo Nuevo, se quejaron porque los responsables del programa conocido como Plan Techo, están cobrando una cuota de un mil córdobas para optar a este beneficio.

Una de las jóvenes de la promotoría de la juventud sandinista de Pueblo Nuevo, se contactó con Noticias ABC para indicar que el dinero que se está solicitando no es necesariamente un cobro, sino más bien un aporte para sostener el Plan Techo.

Yolanda Isabel Rosales Espinoza, se contactó vía telefónica desde Pueblo Nuevo e informó que ahora los nuevo beneficiarios del plan techo, van a entregar una cuota "simbólica" de un mil córdobas.
Según la explicación de la joven, este dinero será reinvertido para sostener este tipo de programas dado que ahora el apoyo del gobierno de Venezuela se ha recortado.

"Es una mínima colaboración para sostener el programa, si nos vamos a comprar diez láminas de zinc a cualquier ferretería cuanto gastamos" un monto de dinero, pero los mil córdobas que se solicitan es para mantener el programa, recordemos que no hay más alba solidaria? señaló la joven.

Cabe recordar que en años anteriores muchas familias se quejaban porque el Plan Techo, supuestamente beneficiaba solo a los allegados de quienes repartían las láminas de zinc y que en muchos de los casos no tenían ninguna necesidad.

También, quienes no recibían la ayuda, se lamentaban porque algunos de los beneficiarios vendían las láminas de zinc a terceros hasta en dos mil córdobas y volvían a solicitar la ayuda.

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