El pasado lunes 17 de febrero se realizó un juicio oral y público, en el complejo judicial de Ocotal, Nueva Segovia. Fidel Peralta Vílchez fue declarado culpable de cinco delitos: homicidio frustrado, obstrucción de funciones, robo con violencia o intimidación, tenencia y uso de armas restringidas, así como exposición y abandono de personas.
Los hechos ocurrieron el 16 de noviembre de 2024 en la comunidad La Mía, municipio de Jalapa, Nueva Segovia, cuando Peralta Vílchez desarmó y agredió con un machete al agente de la Policía Nacional Francisco Javier Izaguirre Rivera, a quien le arrebató su fusil AK47 plegable.
Posteriormente, efectuó disparos con el arma, causando pánico entre los pobladores. Sin embargo, los propios habitantes de la zona lograron capturarlo y entregarlo a las autoridades policiales.
El juicio estuvo a cargo de la jueza Verónica Fiallos Moncada. Durante la audiencia, el fiscal Emerson Reyes solicitó las penas por cada uno de los delitos, sumando un total de 18 años y medio de prisión, además de 300 días de multa, con cumplimiento sucesivo de la condena. Por su parte, el abogado defensor Howard Díaz pidió la pena mínima de cinco años y 200 días de multa con cumplimiento simultáneo.