Los asesinatos con saña y odio hacia las mujeres no solamente dejan consigo un gran dolor a la familia y al pueblo en general, también se suma el daño psicológico y mental de los hijos de las mujeres asesinadas. Católicas por el Derecho a Decidir contabiliza al menos 85 niños y niñas que se han quedado huérfanos en todo lo que va del año en Nicaragua.