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Migrante nicaragüense permaneció sepultado siete años en una fosa común. Su madre anhela repatriar sus restos

Raúl Antonio Falcón llevaba escrito en un papel el nombre completo y número de teléfono de su madre. Cuando encontraron su cuerpo, las autoridades migratorias hallaron el dato que fue entregado a una organización que localiza migrantes desaparecidos.

Migrante trabajó como conductor de buses en Nueva Segovia. Foto: Marvin Gadea / Radio ABC Stereo
Migrante trabajó como conductor de buses en Nueva Segovia. Foto: Marvin Gadea / Radio ABC Stereo

Periodista José Enrique Ortega
5-Septiembre-2023
Texas-Estados Unidos

Ana María López reportó la desaparición de su hijo Raúl Falcón desde el 2016, pero su corazón de madre le avisaba que no solo estaba desaparecido, sino muerto.

La confirmación llegaría después. El mismo grupo de personas que acompañaba a Raúl en la ruta hacia Estados Unidos, confirmó que el joven no pudo avanzar en medio del desierto en Texas donde lo abandonaron y murió.  

En una entrevista a Noticias ABC, Doña Ana María explicó que su hijo tenía 39 años y se sentía deprimido a raíz de una situación familiar, por lo que decidió emigrar para alcanzar el sueño americano.

"Él cayó en depresión porque sus niños se fueron para El Jícaro, por eso se fue. Él no iba a despedirse de mí pero se arrepintió y me contó, entonces yo le dije: hijo, cualquier cosa que sintás  te arrodillas y  decile  al Señor que te proteja", relató López.

Raúl Antonio Falcón llevaba escrito en un papel el nombre completo y número de teléfono de su madre. Cuando encontraron su cuerpo, las autoridades migratorias  hallaron el dato que fue entregado a una organización que localiza migrantes desaparecidos.

"A mi me dijeron que mi hijo tenía llagas en sus pies y él iba muy gordito, entonces parece que eso le afectó", comentó la madre de Raúl.

Recordado en su comunidad
Migrante partió del municipio de Murra, donde era muy conocido. Foto: Marvin Gadea / Radio ABC Stereo


Según amigos del nicaragüense Raúl Falcón, él era originario de Ocotal pero antes de emigrar habitaba en la comunidad San Gregorio, municipio de Murra, en Nueva Segovia.

Oscar Armando Obando habita en el sector y dijo al equipo de prensa de ABC Estéreo que lo recordaba como una persona amigable.

"Aquí en Murra él empezó como ayudante y luego fue chofer de un bus de Jalapa, después andaba en un bus de Estelí a Ocotal. Aquí en San Gregorio él tenía sus dos carritos, tenía un molino que él negociaba con café molido…un muchacho amable y él tenía amistad con todos. Yo lo conocía desde pequeño", relató Obando.

“Todas estas noticias son tristes, ojalá no pasaran, porque ya ve cuántas muertes han sucedido”, agregó Máximo Juárez, otro habitante de la zona. Igualmente opinó Germán Morazán “dijeron que había muerto en el desierto yo me di cuenta hace poco y es una lamentable noticia”, comentó.

En un comunicado, la organización Texas Nicaraguan Community, confirmó que los restos del nicaragüense fueron exhumados y comparados con una muestra de ADN que confirmaba su identidad.

Según la información que brindaron a la familia necesitan unos 2500 dólares para repatriar sus cenizas. Cremarlo es la única forma de traerlo a su tierra natal.  

“Pues yo necesito apoyo, porque mi hijo fue bien conocido. Ha sido duro para mí porque  ya no trabajo y estoy bien enferma. Como madre, cualquier ayuda que me quieran dar yo la recibo”, dijo Doña  Ana María.

Estrella Estrada, una ciudadana de Ocotal es una de las personas que se ha unido a la causa y pidió a otros su colaboración.

“Un hombre muy conocido que era chofer del jalapeño y pues la señora ahí está pidiéndo para que le ayuden. Yo espero que se toquen el corazón para que lo traigan”, comentó Estrada.

Doña Ana María López puede ser contactada al número de teléfono 8541- 4516. Ella habita en el barrio Sandino.


Este artículo fue escrito por los periodistas José Enrique Ortega y Marvin Gadea

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