El padre Julio López celebró ayer martes 4 de julio sus 53 años de ordenación sacerdotal con una misa de acción de gracia en la catedral Nuestra Señora del Rosario, templo que le abrió sus puertas desde el primer día que llegó a la Diócesis de Estelí en 1971, cuando él tenía 25 años de edad y un año de experiencia como sacerdote.
A la celebración acudieron amigos y fieles católicos que han acompañado al padre Julio en su trayectoria de fe a lo largo de los años y que recuerdan las obras y misiones que ha desarrollado.
Durante sus 53 años de labor sacerdotal, el padre Julio López ha servido en la mayoría de las parroquias de Nueva Segovia, Madriz y Estelí, que conforman la Diócesis. Su presencia ha dejado una huella profunda en cada lugar, brindando consejería, ayuda humanitaria y transmitiendo el amor al prójimo.
El sacerdote Osman Amador, párroco del Santuario Nacional Nuestra Señora de Fátima en Wiwilí, Nueva Segovia, destaca la cercana relación y convivencia que ha tenido con el padre Julio.
"Es un sacerdote colombiano que llegó a nuestra tierra como un joven sacerdote recién ordenado. Ha ejercido su ministerio en nuestra Diócesis casi todos los 53 años de servicio que celebra. Nosotros nos llenamos de gratitud porque ha dejado su Patria, su familia, para servir en esta diócesis. De manera personal agradezco su servicio pastoral y ejemplo de vida", expresa el padre Osman Amador.
"Desde niño crecí escuchando sus enseñanzas y después de mis padres él fue quien me enseñó a amar a Dios y amar a la iglesia", añadió el padre Osman Amador.
En tanto, la profesora Helen Herrera, creyente católica del municipio de Quilalí, manifestó que "la guía de Espíritu Santo estuvo y está siempre con el padre Julio para poder hacer en cada municipio donde va, activar los ministerios y la cercanía con los feligreses, desde los niños hasta los ancianos".
