Disciplina y organización; dos bases fundamentales para cumplir todos los sueños y metas que una persona se proponga.
Entorno al Día Internacional de la Mujer, le contaremos sobre la vida y vocación de Ashley Rayo Úbeda, de 19 años de edad, quien es bailarina, entregada a la medicina y a la vocación de salvar vidas a través del Benemérito Cuerpo de Bomberos en Estelí.
"Desde muy pequeña me llamó la atención la labor de los bomberos y me gustó, recordé que ellos ayudan a la gente y yo quiero ayudar", comenta Ashley Rayo Úbeda.
A sus 19 años, la esteliana Ashley Rayo Úbeda, aprendió a ser una mujer constante y destacada en la ciudad de Estelí, todo gracias a los consejos que recibió por parte de su madre, Martha Xiomara Úbeda, que siempre le inculcó dos reglas de oro para salir adelante.
"Lo principal es la disciplina y la organización, lo principal es la disciplina porque no se puede andar en todo y no cumplir ni en una cosa ni en la otra. Entonces organizar el tiempo y ser disciplinada; primero los deberes de la casa, los de la universidad, el baile y los bomberos, un tiempo determinado para cosa", expresa Martha Xiomara Úbeda, madre de Ashley.
Ashley Rayo Úbeda es bailarina en el grupo de danza Flor de Pino de Estelí y estudiante del tercer año de la carrera de medicina. Foto: Cortesía/Radio ABC StereoAshley, es estudiante del tercer año de la carrera de medicina, es tambien bailarina en el grupo de danza Flor de Pino de Estelí y además, a la edad de 14 años aprendió cómo apagar un incendio, pues es miembro voluntaria en el Benemérito cuerpo de bomberos de esta ciudad, donde ha cumplido uno de sus mayores anhelos: salvar vidas.
"Me gusta todo, pero estoy más en la atención prehospitalaria, en el servicio de ambulancias. Siempre ayudar a las personas, me gusta saber sobre las patologías que sufren las personas y buscar la manera de ayudarlas. Mientras, en el baile, desde muy pequeña me ha gustado la cultura", comparte Ashley.
El tiempo de la joven es limitado y mientras otras personas a los 19 años no tienen claro cómo aprovechar su juventud, Ashly aprendió a conjugar sus espacios entre amigos, los estudios, la danza, familia y su benemérita pasión por arriesgar su vida por los demás.
Así como Ashley, hay decenas de mujeres bomberas en Nicaragua, quienes demuestran que las ganas de superación y entereza, pueden llevar a cualquier persona a cumplir sus sueños y metas.