Reciclador o recolector es el nombre que reciben las personas que han hecho de la basura un medio de vida, pero Pedro Antonio Castellón hace la excepción entre tantos, pues no percibe ningún beneficio económico más que la satisfacción de contribuir con la limpieza de su barrio.
El Alexis Arguello es considerado el barrio más grande de la ciudad de Estelí, donde Pedro Antonio va casa a casa semanalmente a recolectar una gran cantidad de desechos para llevarlos al Centro de Acopio que se ha establecido en esa zona.
Al hombro o en carretón, bajo el sol y la lluvia, este hombre carga los sacos llenos de basura. Es una labor bastante peligrosa y sin remuneración, pues a cambio Pedro Antonio únicamente recibe alimentos preparados.
Este ciudadano inició con el oficio de recolector de basura por casualidad hace once años, cuando el servicio de aseo urbano estuvo ausente en la comunidad por varios días. Los habitantes al verlo salir de su casa con bolsas de basura, le pedían el favor de llevarles las de ellos también.
Con el tiempo, ese favor se convirtió en un servicio diario comunitario y aunque este humilde ciudadano no cobra un monto como recolector de basura, los vecinos generalmente le retribuyen dándole comida.
Pedro Antonio, de 30 años de edad, ha sido diagnosticado con diabetes tipo dos y alergia en la piel, aun así asegura que seguirá brindando este servicio hasta el último día de su vida, por lo que entre sus anhelos de Año Nuevo está tener un carretón y medios de protección para seguir desarrollando sus actividades en función del medio ambiente.