El mes de diciembre es una de las principales temporadas del año donde se utiliza la pólvora para diversas celebraciones, sin embargo, ésta conlleva considerables riesgos para los animales, principalmente para las mascotas como los perros y los gatos, así también para las aves.
El máster en salud animal, doctor Medardo Moreno, quien además es docente de UCATSE Estelí, manifiesta que las afectaciones por la pólvora hacia los animales se deben a los intensos sonidos de ésta, por lo que considera que los tipos de pirotecnia más peligrosos son las conocidas como: Carga cerrada, silbadoras, cohetes y triquitracas.
Los perjuicios ocasionados por las explosiones de pólvora para los animales, incluso pueden ser mortales, explicó Moreno. "Estas mascotas tienen una audición más precisa que el resto de las espacies, entonces los daños van más allá de la ansiedad, pueden entrar en pánico e incluso tener efectos secundarios como: salivación excesiva, temblores y rechinar de dientes", detalló el experto.
"La mascota mete la cola entre las patas traseras, sufre taquicardia y puede correr de un lado a otro, incluso podría correr hacia la calle y ser atropellado", alertó Moreno, quien indicó estar en contra de la pirotecnia porque conoce el impacto grande que tienen sobre los gatos y perros.
"El gato o perro puede fallecer de un infarto o entrar en un proceso convulsivo de por vida", alertó el médico veterinario e informó que él ha da dado atención a casos severos de ansiedad por efectos de la pirotecnia, producidos en fechas como el 25 de diciembre o primero de enero.
¿Qué pueden hacer los dueños de animales ante este peligro?
De acuerdo con el doctor Medardo Moreno, a la mascota se le puede entrenar para saber distinguir los diferentes tipos de sonido y saber cómo atenderlos. "Se debe minimizar todo el ruido que pueda ingresar a la casa, cerrando las puertas y ventanas, también pueden tener a la mascota en un cuarto donde se sienta más cómoda y evitar el sonido de las bombas", recomienda el médico.
"Se puede aislar al perrito o al gato en una habitación, lejos del exterior, para alejarlo de los ruidos o crear una especie de refugios con almohadas, para que la mascota se sienta más segura, ofrecerle algún elemento de distracción como alimentos y comida", orienta Moreno.
"Algo que no recomiendo es empezar a mimar a la mascota porque sino estamos favoreciendo a que el efecto de los ruidos de las bombas se vuelva un proceso crónico", destacó el veterinario, quien pide "cuidar a las mascotas, ya que ellos no pueden controlar esos impulsos nerviosos".
