Eduardo Manuel Olivas López, originario de la ciudad de Estelí, es compositor y cantante, sus primeras presentaciones las hizo no en grandes escenarios, sino en las rastras que servían de tarima.
"De repente se me ocurrió con mis amigos del barrio empezar a cantar canciones del Roockie, a mis amigos les gustaba, a mis amigos les gustó cómo cantaba y cómo interpretaba los temas, así nació componer música", recuerda Eduardo Manuel.
Esa habilidad por la composición lo hizo llegar al Festival Nicaragua Canta, donde descubrió que los artistas no solo necesitan un espacio para hacer sus presentaciones, sino también estudios accesibles para la grabación de sus canciones y fue así entonces que creó uno propio, sin saber que sería la oportunidad para proyectar a muchos adolescentes y jóvenes amantes de la música.
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"Además de tratarlos como artistas, nosotros hacemos una amistad con ellos y les damos asesoría en las voces, hay muchos muchachos que cuando suben sus temas a YouTube u otras plataformas, han tenido bastante aceptación", cuenta este compositor esteliano.
Eduardo Manuel, conocido como Manny, antes de dedicarse a la industria de la música, trabajó como obrero en la industria del tabaco, pero su vida dio un salto al conocer a tantos chavalos con deseos de producir sus propios álbumes musicales y al ser invitado por su amigo Lenin Antonio Ruiz a fundar Morgan Studio.
"Aquí sucede la magia, los muchachos vienen, graban sus voces, vienen y me dicen que quieren que les produzca el beat, ya sea rap, reguetón o los géneros musicales que van saliendo, creo que prácticamente estamos dando una de las mejores calidades aquí en Nicaragua y eso es lo que les llama la atención a los artistas", sostiene Eduardo Manuel.
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Rápidamente, Morgan Studio se convirtió en centro de producción para cantantes de música romántica, reguetón y hip hop, así fue como llegó a conocer a Franco "El Gorila", un cantante reguetonero de Puerto Rico con quien trabajó un proyecto en colaboración que sirvió de semilla en la industria de la música internacional y que hoy está dando frutos.
Eduardo Manuel es un hombre tímido y de pocas palabras, pero que pone la magia y creatividad a cada una de sus producciones, con las que busca convertirse en un ejemplo para otros soñadores como él.
Morgan Studio ha impulsado una marca más allá de la música, pues también están dedicados a la producción de videos. Llegar aquí no ha sido fácil, pues no solo se ha requerido de capital económico, sino también de ideas innovadoras para convertir a lo que hasta hace unos años era un cuarto forrado con cajillas de huevo en un estudio con marca propia, gracias a Dios, a la voluntad de trabajo y asociatividad.
