En horas de la mañana de ayer 29 de septiembre fueron sepultadas Griselda Castro Orozco, de 32 años y su hija de 9 años, quienes murieron electrocutadas el martes pasado en la comunidad Buenos Aires, municipio de Rancho Grande, departamento de Matagalpa.
El sepelio de madre e hija, quienes se dirigían a recolectar café al momento de la tragedia, se llevó a cabo en el cementerio del casco urbano de ese municipio matagalpino. Sus familiares y amistades se encuentran consternados por lo que ha sucedido.
Según habitantes de la zona, el lamentable hecho sucedió cuando las víctimas al caminar en medio del lodo por una trocha y pasar por el centro escolar de la comunidad, hicieron contacto con la cerca que había sido energizada con el fin de evitar robos en la escuela.
Algunos padres de familia y el responsable del centro de educación llamado José de San Martín, fueron detenidos para efectos de investigación, pero se conoció que mientras se le daba el último adiós a la señora Griselda con su hija, habrían sido puestos en libertad.
La cerca supuestamente se dejaba conectada al sistema eléctrico durante la noche y al amanecer se desactivaba, pero al parecer en esta ocasión no se quitó en el momento oportuno y ocurrió el fatal desenlace. "Señor danos fuerza a toda mi familia", expresó Beatriz Mendoza, prima de Griselda.