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A sus 80 años sigue recorriendo las calles para vender y sobrevivir

Doña Carmen Hurtado camina a paso lento pero firme con la convicción de vender sus manteles y servilletas en las calles de la ciudad de Estelí. No tiene hijos y asegura que trabajar le hace bien.

Doña Carmen Hurtado, de 80 años, se dedica a la venta ambulante. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Doña Carmen Hurtado, de 80 años, se dedica a la venta ambulante. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
29-Septiembre-2021
Estelí-Nicaragua

Con un sombrero de tela que cubre el blanco de sus canas y con una bolsa llena de manteles que carga sobre uno de sus hombros mientras sostiene servilletas en sus brazos, doña Carmen Hurtado, de 80 años de edad, recorre las calles céntricas de la ciudad y del mercado Alfredo Lazo de Estelí con la esperanza de vender y ganar el sustento del día.

A su edad, doña Carmen no es una mujer que se da por vencida en medio de las dificultades económicas, sino que al contrario intenta mostrar a los demás que mientras se tenga salud y fe se pueden alcanzar los anhelos del corazón.

En esta vida de trabajo, lleva un poco más de 30 años y según cuenta, entre 2020 y lo que va de 2021 han sido los días más difíciles, pues con la pandemia del Covid-19, el ritmo de vida y su negocio ya no son los mismos, pero aun así trata de ser perseverante y paciente.

"Dios prometió que nos daría en los últimos tiempos lo necesario y Dios lo está haciendo, yo me salgo a las 8 de la mañana y me siento bien con el trabajo que hago, todo cambia, antes de vendía más y ahora las cosas han bajado pero mantengo algunos clientes y las personas me compran para ayudarme por mi edad", cuenta la carismática señora. 

Lo que más resiente es saber que es muy tarde para ella hacer comercio electrónico, pues de tecnología y teléfonos no sabe mucho y eso es lo que la hace salir a la calle en busca de clientes para que no le falta el pan de cada día.

Esta valiente y emprendedora mujer asegura que por razones propias de la vida nunca pudo tener hijos, además por su avanzada edad se le complica encontrar otra manera de vivir, pero sí espera en un día no muy lejano y mientras tenga vida poder incursionar en las redes sociales para vender sus manteles y servilletas.


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