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Un error humano lo dejó ciego pero las ganas de superarse le hicieron emprender

Dervin Francisco Hernández intentó buscar una mejor vida emigrando a los Estados Unidos, pero lamentablemente por un error humano perdió la vista para siempre. Al regresar a su país, decidió buscar la forma de salir adelante y junto a su familia trabaja en la preparación y venta de charrasca y chicharrones.

Dervin junto a su hijo Jurán Hernández. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Dervin junto a su hijo Jurán Hernández. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
22-Septiembre-2021
Estelí-Nicaragua

"Desde pequeño mi familia se ha dedicado al destace del cerdo, yo me quedé con eso de trabajar con el chicharrón y la charrasca, de eso gracias a Dios yo me mantengo", cuenta Dervin Francisco Hernández, originario de la ciudad de Estelí.

Dervin quedó ciego hace 13 años por un error humano, mientras intentaba quedarse en Estados Unidos y pagaba cárcel por haber entrado de manera indocumentada a ese país del norte.

"Yo llegué a Estados Unidos, llegué hasta Phoenix (Arizona), con el sueño de todos: salir adelante, pero me agarraron por indocumentado", cuenta Dervin, quien fue puesto en prisión. Él recuerda que un día había un juego de la Selección Nicaragüense de Béisbol que él quería ver, por lo que pidió permiso.

La charrasca que comercializa Dervin es distribuida en algunas pulperías. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

"Ese permiso me hizo mentir, les dije que me ardían los ojos, al día siguiente me sacaron de la prisión para ir a una clínica a revisarme los ojos, los doctores me recetaron un gotero, ese gotero me lo aplicaron en los ojos las gotas de la angustia, del dolor, de la desesperación, desde entonces no volví a ver la claridad del día", relata el esteliano.

Quedando ciego, sin dinero y sin ninguna forma de hacer irreversible su problema visual, Dervin retornó a su tierra natal  para reencontrarse con su familia, que se convirtió en su fuente de inspiración y fuerza para adaptarse a su nueva condición de vida.

"Han sido mi esposa e hijos los que me han dado la fuerza y el ánimo para salir adelante por la discapacidad que tengo", sostiene Dervin, quien agrega que "cuando salí de la prisión en los Estados Unidos venía sin un peso en la bolsa, completamente sin nada".

Decidido a emprender

Después de esos momentos traumáticos, este esteliano junto a su esposa, suegra e hijos decidieron emprender un negocio enfocado en la elaboración y comercialización de charrasca, uno de los principales ingredientes para la elaboración del famoso vigorón nicaragüense.

Regresando a sus orígenes y con el conocimiento de su familia, se pusieron manos a la obra para elaborar la charrasca y los chicharrones. Desde hace 10 años, ese ha sido el oficio que genera ingresos y le ha servido de terapia a Dervin.

Ahora Dervin no solo vende en casa, sino que también comercializa sus productos a domicilio, entregando a varias pulperías y negocios de la ciudad de Estelí. Para pedidos o contactarse con Dervin, puede llamar al número: 8539-5928.


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