Hace 10 años llegó a la ciudad de Estelí, Norla Audilia Campos, una mujer humilde y sencilla, pero llena de mucha fe y vocación de servicio a favor de los necesitados, pues la mayor parte de su trabajo como profesional en Psicología estuvo vinculado a la atención, promoción y defensa de los derechos de la niñez y adolescencia.
Aldeas Infantiles SOS de Estelí fue el lugar que la acogió por muchos años y desde ahí logró trabajar con padres y madres de familia de los diferentes barrios a través de procesos de formación sobre el amor, respeto y la no violencia hacia sus hijos, así mismo, con quienes tenían hijos estudiando en el Centro Social Norte y Este.
Muchas veces se convirtió, no solo en facilitadora de procesos, sino también en la amiga y confidente de muchas mujeres y madres, que entre lágrimas buscaban ser escuchadas.
Deslíe García es una de esas tantas madres de familia que participó en los procesos de formación de Aldeas Infantiles SOS hasta convertirse en miembro de la Red de Protección Infantil y el equipo de gestión comunitaria, que hoy la recuerdan como esa mujer comprometida con Dios y amor por las familias.
"Aún en su dolor y angustia, siempre tuvo una palabra de aliento para quien la llamara, Norla Campos fue para mí una de mis mayores mentores para salir adelante con mis hijas, mi apoyó demasiado, Dios me la puso en el camino para ser bendición en mi vida, me enseñó a ser mejor madre", manifestó García.
Donna Maldonado, quien pertenece a la Red Comunitaria de Protección Infantil, es otra de las mujeres que logró conocer el trabajo de Norla en el campo de la educación y según cuenta gracias a la gestión que un día esta mujer comprometida con la comunidad, su hijo logró ingresar al Colegio Herman Gmeinner.
Norla Audilia Campos, además de ser facilitadora también fue Pastora Evangélica de la Iglesia Roca Eterna, misión que nunca descuidó a pesar de todo su trabajo en la comunidad y enfermedades.
Hace dos años Norla fue diagnosticada con un cáncer de pulmón, condición que le afectó sus cuerdas bucales e hizo perder su voz y que, a pesar de haber estado en tratamiento médico, se rindió ante la muerte a sus 48 años de edad este sábado 18 de septiembre.
Para Crisbel Sarahi Gámez, una joven esteliana con discapacidad motora, Norla no solo fue su pastora sino también su principal mentora, pues fue ella quien la impulsó a luchar por sus propios sueños, planes y proyectos. "Estuvo en los peores momentos de mi vida, siempre con palabras de aliento", expresó Crisbel.
Norla era la esposa del Pastor Manuel Ramírez, representante de la Comisión Pastoral Prodesarrollo Ministerial en Estelí, con quien procreó dos hijos.
