Muchos son los hombres y mujeres que toman la decisión de emigrar a otros países de la región centroamericana y a Estados Unidos, en busca de nuevas oportunidades laborales e ingresos económicos que ayuden a mejorar la calidad de vida de ellos y sus familias.
En ese deseo, muchos padres de familia deciden llevarse a sus hijos sin medir el impacto emocional que puede tener este tipo de decisión en la vida de los menores de edad.
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Auxiliadora Sequeira, psicóloga comunitaria, explica que la utilización de niños y adolescentes para ingresar de manera indocumentada a un país obliga a desconectarlos con su entorno y desarrollar en ellos cambios psicoemocionales que pueden convertirse en traumas.
"Como una forma de sensibilizar a los padres y madres de familia, deben hacer un análisis profundo antes de tomar la decisión de salir con sus hijos al extranjero, puesto que esto provoca diversos efectos psicológicos, como los traumas, la separación de su familia, amistades, escuela, cultura y la alimentación misma", detalla la especialista.
Estas experiencias que viven los niños, las niñas y adolescentes conllevan a un "sufrimiento psicoemocional abrupto", sostiene Sequeira. "Esto puede conllevar a la agresividad, pasividad, llanto frecuente, aislamiento, entre otras", manifiesta la psicóloga comunitaria.
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Sequeira considera necesario darse cuenta que "todo esto es un suceso importante en el desarrollo del niño y la niña, más aún cuando se da de forma inesperada o repentina, o sin tomar en cuenta la decisión de ellos".
"Simplemente por ser adultos creemos que lo más conveniente para un niño o una niña es llevarlo fuera del país sin su consentimiento, pero a medida que ellos van creciendo, desarrollándose y dándose cuenta del cambio que han sufrido, esto puede traer grandes y severas consecuencias en su vida psicoemocional", alerta la psicóloga.