En Nicaragua, más del 67 por ciento de la población es joven, mayor de 18 años y menor a los 30 años de edad, sin embargo, muchos de ellos, a pesar de haber culminado sus estudios universitarios, no han podido acceder a un empleo formal y eso les ha obligado a autoemplearse.
Juan Carlos Cuevas Delgadillo, originario del municipio de La Trinidad, en el departamento de Estelí, estudió técnico agropecuario, pero no logró ejercerlo. Por unos cinco años trabajó como camarógrafo y editor en una canal de televisión local en su pueblo.
A pesar de haber adquirido experiencia, los ingresos eran insuficientes para cubrir sus necesidades económicas, así que nunca se dio por vencido, a pesar de no contar con suficientes recursos, en su mente fue tejiendo una nueva manera de generar ingresos, fue así que decidió instalar un negocio de comidas típicas nicaragüenses.
"Me motivé para abrir este pequeño negocio de fritanga en La Trinidad por la necesidad de tener un entrada económica, al mismo tiempo hacer algo que me guste desde que era niño siempre me ha gustado cocinar y comer rico", cuenta Juan Carlos.
Comenzar no fue nada fácil para este joven triniteño y entre su mamá, esposa y hermanos juntaron los ahorros y emprendieron este negocio familiar. "Estamos involucrados mi cuñada, mi esposa, mis padres, mis hijos, en fin, toda la familia, con mi cuñada somos socios y estamos cocinando", comenta el triniteño.
Para Juan Carlos Cuevas este es un emprendimiento que busca crecer en el municipio, ya que está próximo a la carretera de tránsito internacional, además es una manera de auto emplearse y ser generadores de oportunidades a través de la contratación de los jóvenes que hacen servicios delivery en ese municipio esteliano.
