Néstor Matute es un pequeño productor de hortalizas en la comunidad Las Mercedes en el municipio de Jalapa, departamento de Nueva Segovia, él logró sembrar de riego media manzana de tomate y otra de chiltoma con la esperanza de conseguir mercado y buenos precios.
Ahora Néstor se muestra preocupado en sacar la cosecha, ya que los precios de ambos productos bajaron y teme no poder recuperar la inversión realizada.
Las primeras cajillas de tomate las vendieron directamente a comerciantes de la localidad, pero ahora está próximo a sacar la segunda cosecha con la esperanza de encontrar una buena plaza para ubicar unas 400 cajillas de tomate y 500 de chiltoma.
El problema de los bajos precios no solo está afectando a productores como Néstor, sino también a los comerciantes del Mercado Alfredo Lazo de la ciudad de Estelí que mantienen abundancia de productos y falta de clientes.
Don Estanislao Ramírez es uno de los comerciantes de perecederos que asegura que la sobreproducción de tomate, chiltoma y malanga ha provocado que los precios disminuyan y asegura que después de la Semana Santa las ventas se han reducido hasta en un 50 por ciento.
En la actualidad, la cajilla de tomate en campo se oferta a 100 córdobas y en los mercados podría llegar a ofertarse hasta en 150, igual precio tiene la caja de chiltoma. Otro producto de gran demanda como la cebolla amarilla se cotiza entre los 800 y 1,000 córdobas.
"Cuando hay exceso de producción y poco circulante, los productos tienen su baja, el tomate ya tiene unos dos meses así, igual es el caso de la chiltoma, las cajas las estábamos cotizando a 400 córdobas y ahora está a 100 o 120 córdobas, el que está sembrando, cosechando lleva pérdidas porque los costos son altos", explicó Ramírez.
