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Reportaje: De regreso al país del que huí

Tres años atrás, la historia de Nicaragua cambió con el estallido sociopolítico que desencadenó una serie de eventos que marcaron la vida de miles de personas. Hay quienes se fueron de su Patria solo con la ropa de andaban puesta. Atrás quedó todo: su vida, sus sueños y familia. Con la pandemia parte de estas personas se toparon con otra dura realidad y les ha tocado volver.

Nicas en la frontera. Foto: Cortesía/Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua nunca más
Nicas en la frontera. Foto: Cortesía/Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua nunca más

Periodista Martha Celia Hernández
21-Abril-2021
Nicaragua

Hasta marzo de este año, 110 mil nicaragüenses habían retornado al país desde la aparición de la pandemia. Tras el estallido de las protestas antigubernamentales en abril del 2018, miles de compatriotas huyeron por salvar su vida y su libertad, hacia el vecino país de Costa Rica. Han tenido que enfrentar un triple calvario, el éxodo de ida y vuelta, y peor aún, regresar a su país en unas condiciones terriblemente difíciles.

Prof. Alvaro Gómez, originario de Masaya. Foto: Martha Celia Hernández/Radio ABC Stereo

A espaldas del profesor Álvaro Gómez, la pizarra marcada con ejercicios de matemáticas revela los 20 años que se desempeñó como maestro de esa materia en el Instituto Central de Masaya. Hoy en día está desempleado, luego de un año y tres meses en el exilio en Costa Rica las cosas no resultaron como él esperaba y se vio obligado a retornar para seguir demandando justicia por el asesinato de su hijo Álvaro Alberto Gómez Montalván, de 23 años, en las protestas antigubernamentales del 21 de abril de 2018.

Sintió que el exilio por lo menos lo liberó un poco de la muerte de su hijo. Cuenta que llevó el duelo con más calma, algo que no hubiera hecho en Nicaragua por la represión, asedio y acoso de las autoridades.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CPDH), producto de la crisis política-social registran 328 asesinatos. Las escenas de guerra que ha vivido Nicaragua por décadas pasadas se vinieron a la memoria de quienes tienen un poco más de edad, lo que dio paso a la huida de miles de nicaragüenses,que desafiando el peligro intentaban salvar su vida.

Ola de desplazamientos forzados


Foto: Cortesía/Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua nunca más.

Anterior a las protestas, Nicaragua no representaba un número significativo de desplazamientos forzados producto de la violencia, como ocurre con los vecinos países del triángulo norte (Guatemala, Honduras y El Salvador). Las migraciones de nicaragüenses apuntaban más a razones económicas.

Escapar del lugar de donde te fuiste, sin un plan en mente, era la salida entre perder la vida o la libertad. Ramón Mairena, un exconcejal opositor de un municipio del norte de Nicaragua, de un día para otro decidió marcharse al exilio junto con su pareja, vendieron lo poco que tenían y por la noche como fugitivos iniciaron la travesía por tierra y agua hasta llegar de manera irregular a Costa Rica, que en ese momento ya tenía unos 70 mil compatriotas pidiendo refugio. Estuvieron ocho meses en condición de refugiados.

Escuche el primer episodio de este reportaje aquí.

Esa misma necesidad de guardar su integridad fue lo que también obligó a Cinthya Samantha Jirón a tomar decisiones y no pensar mucho en lo que pudiera pasar. Esta joven apenas tenía 18 años, se involucró en la lucha, en su natal Masaya y al igual que miles de jóvenes fueron los protagonistas de las protestas, de paso sacrificó su vida y sus sueños en un intento de cambiar la historia del país.

La Agencia de la ONU para los refugiados ACNUR, con sede en Costa Rica, detalla que en Nicaragua la persecución política y las violaciones a los derechos humanos han provocado una nueva ola de desplazamiento a gran escala, las solicitudes de refugio llegaron a más de cien mil.

Campesinos, periodistas, defensores de derechos humanos forman parte del éxodo de nacionales que se vieron forzados al exilio, sin saber dónde iban a dormir, qué comer y de paso sobrevivir.

La Pandemia cambió los planes


Foto: Cortesía/Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua nunca más.

En cierto momento las calles de Costa Rica estaban invadidas de migrantes nicaragüenses, deambulando y durmiendo por doquier, pero en realidad esas   multitudes estaban sedientas de ayuda.

Meses después, esos mismos migrantes nicaragüenses se vieron obligados a retornar por la pandemia, se quedaron sin empleo, sin casa y apoyo de organizaciones. Tomaron nuevamente sus pocas cosas e intentaron regresar a su país, que incluso cerró las fronteras.

Cinthya Samantha Jirón vivió una etapa de depresión cuando iniciaron los confinamientos en Costa Rica, además que ya no tenía como mantenerse deseaba regresar con su familia. Antes de eso se topó con la dura realidad de la xenofobia. 

"El sentimiento de los costarricenses es muy nacionalista, la xenofobia a flor de piel, da mucho miedo. Estuve dos años, pasaron muchísimas cosas, pero puedo decirte que uno de mis grandes logros fue bachillerarme", comentó Cinthya Samanta, quinen considera que retornar a pesar de la inseguridad y todo lo que le ha tocado vivir desde que llegó, ha sido en cierto modo una buena decisión.

Un sentimiento que comparte el profesor Álvaro Gómez: "El miedo que yo llevaba cuando me fui al exilio ya no es el mismo que tengo ahora". Su vida en el exilio fue dura, no encontró trabajo, daba clases 4 ó 5 horas al mes, que eso no es nada. Su familia intentó conseguir trabajo y aunque clasificaban por las pruebas que les hacían, no lo lograban por el estatus migratorio y se les hizo difícil. Lograron el carnet de refugiado a través de ACNUR y un documento de trabajo, pero en la práctica no les sirvió de mucho, asevera el profesor Gómez.

Volver con miedo

Exconcejal opositor de un municipio del norte de Nicaragua. Foto: Martha Celia Hernández/Radio ABC Stereo

"Lo más difícil de volver es el temor. Tenés miedo, si te van a matar, a apresar, qué va a pasar", expresa Ramón Mairena, quien asegura que su temor recaía en las noticias que miraba donde las autoridades nicaragüenses castigaban tanto al que se iba, como al que regresaba. Por un lado, si les descubrían huyendo los agarraban, los torturaban y apresaban, igual pasaba cuando un nicaragüense quería retornar, corría el riesgo de que lo capturaran y se estigmatizaba que todo el que venía de regreso es que era exiliado y que le había ido mal.

Tal y como huyeron los nicaragüenses que se fueron al exilio, tras las protestas antigubernamentales de 2018, tuvieron que retornar, de allá para acá no traía nada, a duras penas el pasaje completo, para empezar de cero en su país, esta vez, regresan con más miedo, invadidos por la tristeza por un plan que fracasó. La pandemia cambió sus vidas y ahora deben de enfrentarse al asedio, desempleo e incluso a vivir en la clandestinidad. 

Escuche el segundo episodio de este reportaje aquí.

Apoyo a refugiados

Foto: Cortesía/Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua nunca más.

La situación de los 108 mil nicaragüenses en el exilio en Costa Rica se agravó cuando inició la pandemia del Covid-19, según la Agencia de la ONU para los Refugiados ACNUR. El organismo señala en su sitio web que nicaragüenses refugiados y solicitantes de asilo están pasando hambre a causa que los índices de desempleo han aumentado.

Refugiado: es toda persona como resultado de acontecimientos ocurridos y debido a fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia de determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y por dichos temores no pueda recibir protección en su país y tampoco regresar a él.

Cinthya Samantha durante las protestas. Foto: Cortesía/SOS Nicaragua-Felipe Hueso

Para Cinthya Samantha es duro retornar porque en cierto modo se siente relajada al venir de un país en democracia, cuando miraba a alguien de la fuerza pública sabía que la iba proteger, pero en Nicaragua al ver una patrulla siente rabia. 

Con un nudo en la garganta reflexiona: "Los jóvenes no tenemos culpa de lo que estamos viviendo, hemos pagado las consecuencias de los nicaragüenses que han actuado mal en el pasado, de nuestros padres y abuelos que han elegido malos gobernantes". En tanto, pese al asedio constante de la policía cerca de su vivienda en Ocotal, Ramón Mairena promete: "siempre voy a ser esa voz que va estar hablando por la gente". 

El Colectivo de Derechos Humanos Nunca Más, una organización conformada por nicaragüenses en Costa Rica que fueron parte del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, una ONG confiscada por el gobierno de Nicaragua, ha documentado más de 300 denuncias sobre violaciones de derechos humanos desde 2018, relacionadas a persecución política, amenazas, excarcelados políticos.

Escuche el tercer episodio de este reportaje aquí.

El abogado y defensor del Colectivo, Braulio Abarca, reconoce que Costa Rica es uno de los pocos países a nivel mundial que tiene proceso de refugio ágil, que da un carnet provisional por un año y permiso laboral, algo con lo que no se puede contar en países europeos. 

En el contexto de la pandemia, ACNUR ha fortalecido sus programas para las personas nicaragüenses refugiadas y solicitantes de asilo; detalla en un artículo reciente que amplió la asistencia financiera para quienes se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad. A través de su incidencia los servicios sanitarios de Costa Rica también han ampliado la cobertura de los seguros para incluir a 10,000 personas refugiadas y solicitantes de asilo que necesitan atención médica urgente.

Sin embargo, miles de nicaragüenses han tenido que retornar debido a la pandemia del Covid-19, las afectaciones económicas y sociales que han repercutido en esa población que se encuentra en una fragilidad absoluta y que ha aumentado el número de personas en situación de calle, la mayoría de origen nicaragüense, a quienes se les ha dificultado el acceso al trabajo, educación, salud pública, y seguridad social. Sin un antes y un después, estas personas tienen que volver a empezar en el país del que un día huyeron.

Escuche los episodios de este reportaje dando clic en el siguiente enlace: http://radioabcstereo.com/abc/podcast

Este reportaje es fruto de la beca de Fundación Gabo para el Taller virtual "Desplazamiento forzado: cómo cubrir el caso centroamericano" y ACNUR.


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