Las inundaciones y las crecidas repentinas provocadas por lluvias torrenciales han sembrado el caos en las zonas situadas entre la isla indonesia de Flores y Timor Oriental, empujando a miles de personas a centros de acogida.
El diluvio hizo desbordar las represas e inundó miles de casas. Al menos 86 personas murieron en Indonesia y otras 71 seguían desaparecidas. En el vecino Timor Oriental, al menos 27 personas fallecieron, la mayoría de ellas en Dili, la capital.
En el este de la isla indonesia de Flores, muchas casas, carreteras y puentes estaban cubiertos de lodo, lo que complicaba la tarea de los socorristas que intentaban llegar a las zonas más afectadas.
Los deslizamientos de tierra y las crecidas repentinas son frecuentes en el archipiélago de Indonesia, sobre todo en la temporada de lluvias. Los defensores del medioambiente afirman que la deforestación favorece estas catástrofes.
En enero, 40 indonesios murieron en las inundaciones en la ciudad de Sumedang, en Java Occidental.
La agencia nacional de gestión de catástrofes estima que 125 millones de indonesios, o sea alrededor de la mitad de la población del archipiélago, viven en regiones con riesgo de deslaves.